Raúl regresa hoy tras 90 días de agónica recuperación. Es una gran noticia para él, para el Madrid y para cualquier amante del fútbol. Me congratulo públicamente de su retorno. Por el jugador y muy especialmente por el gran Alfonso del Corral, el excelente director de los servicios médicos del club blanco.
Raúl ha protagonizado una espectacular recuperación que ha sorprendido de forma notable y provocado titulares del estilo “El milagro de Raúl”. Pero en realidad no se ha tratado de un milagro, sino de la conjunción de tres factores: una acertada decisión del doctor Del Corral; un gran esfuerzo de Raúl; y un error flagrante de análisis del periodismo español. Error en el que me incluyo, no en vano creí siempre que nos hallábamos ante la clásica lesión de ligamentos cruzados que asuela el fútbol desde hace unos años. Recuerden los más recientes: Xavi, Motta, Edu, Zenden, Larsson, Edmilson, Gabri, Mendieta, Roger, Oliveira, Miguel Ángel, Arnau, César Jiménez, Marcelo Romero, Valerón... Con Raúl muchos creímos enfrentarnos a un nuevo caso idéntico: rotura de cruzados más afectación de menisco y, por tanto, seis meses de baja. Pero erramos el análisis y no supimos leer entre líneas.
Es bien cierto que el doctor Del Corral hizo ‘luz de gas’ con el asunto. No crean que esta afirmación que hago es un infundio, un rumor o una simple interpretación. Para afirmarlo dispongo de información directa de un importante miembro de los servicios médicos del Madrid, quien ha confirmado que desde dichos servicios se decidió hinchar ligeramente el alcance de la lesión. ¿Por qué? Por prudencia médica, pues la rodilla es un misterio de la naturaleza en la que casi todo es posible, pero sobre todo para intentar elevar el prestigio de dichos servicios médicos, afectados en los últimos tiempos por decisiones presidenciales.
Son los ‘asuntos Milito y Woodgate’. Al primero hubo que ‘agravarle’ su lesión de rodilla para justificar la negativa de Florentino Pérez a ficharle tras propuesta de Valdano. Al segundo, en cambio, hubo que minimizarle sus graves problemas musculares para asumir un fichaje presidencial que no se sostenía desde la perspectiva médica. En ambos casos, el doctor Del Corral actuó con eficacia y profesionalidad, pero tuvo que tragarse los correspondientes sapos. Ha visto el triunfo de Milito en el Zaragoza y ha dirigido la durísima recuperación de Woodgate. Pero no se le ha reconocido públicamente su talento. Con el ‘caso Raúl’ lo ha logrado, de forma merecida. No ha necesitado engañar a nadie, pero todos nos hemos engañado. Era una lesión grave, pero no de máxima gravedad como la clásica rotura de cruzados. No supimos percibir la diferencia, de ahí que ahora hablemos de ‘milagro’.
Del Corral ha acertado en su tratamiento conservador. Raúl ha trabajado acertadamente en la musculación de su pierna. El resultado es excelente y hay que estar de enhorabuena. Incluso porque el prestigio del doctor madridista ha recibido un gran impulso bien merecido. Aunque haya sido a costa de nuestra incompetencia como observadores.
Referencias
- Primer diagnóstico
- Cirugía descartada
- El milagro de Raúl
- Un trabajo intenso
Fotos: Web Real Madrid