jueves, febrero 23, 2006

Messi forja su leyenda y provoca el 'Mourinhicidio'


¿Qué habría sucedido si Ronaldinho y Etoo hubiesen jugado 90 minutos en vez de veinte? Una carnicería. La visita del Barça a la playa de Stamford podría haberse saldado en una catástrofe indescriptible para un Chelsea que no perdía en ese estadio desde hacía 50 partidos, desde el día en que Mourinho tomó el mando. Pero la carnicería quedó sólo en derrota porque los reyes del balón sólo jugaron veinte minutos. Podría haber sido una carnicería y se ha quedado en simple ‘Mourinhicidio’, entrenador brillante pero siempre por detrás del personaje que se ha construido, soberbio en la victoria y patético en la derrota. ‘Mourinhicido’, pero sobre todo el inicio de una leyenda del fútbol mundial: Leo Messi. Un coloso.

Messi le ha explicado a sus dos compañeros de ataque lo que hay que hacer para convertirse en una leyenda y no sólo en un ‘crack acaparapremios’. La noche en que Rijkaard ha dado una lección de planteamiento e incluso ha acertado en los cambios; la noche en que los dos centrales se transforman en dos muros, en que los tres centrocampistas se erigen en tres gigantes; la noche en que Mourinho se equivoca por previsible, se equivoca por errático y se equivoca por quitar a su hombre más en forma (Joe Cole); la noche en que el Barça ha podido pulverizar, machacar y convertir en cenizas al equipo que más dinero ha invertido en el mundo en los tres últimos años; en esa noche mágica, sobre un barrizal indigno hasta para un club de Tercera, en esa noche en que el público de ‘Stamford Beach’ ha enmudecido ante dos mil barcelonistas, los dos grandes ‘cracks’ han racaneado hasta que las cosas se han puesto muy negras.

Entonces sí, entonces han despertado y se han salido. Pero en ese momento, el partido de ‘fútbol-playa’ ya andaba muy cuesta arriba pese a que los de Chelsea eran diez. Entonces sí. A veinte minutos del final, Ronaldinho y Etoo han tocado la corneta, ayudados por Larsson, y han decidido corresponder al brutal esfuerzo de sus defensas y sus centrocampistas y al talento descomunal del pequeño Messi. Entonces sí. Setenta minutos de control táctico, de fantástica contención (¡ qué diferencia con el año pasado !) y de anulación de las piezas londinenses, han dado paso a un vendaval espectacular que ha girado el marcador, pero que debía haberle supuesto al Chelsea un revolcón histórico. Ha sido un 1-2 que debería haber sido un 1-5 a poco que todos hubiesen rendido al ritmo de Messi, Márquez, Motta, Edmilson, Puyol o Deco.

Más cosas. Los árbitros son tan malos en Europa como en España. Este noruego ha perdonado la expulsión flagrante a Del Horno en una patada violenta y le ha echado, sin embargo, en una entrada aparatosa que sólo merecía la amarilla. Y a continuación no ha señalado penalti en unos brazos clamorosos de Geremi y en un ‘ippon con aplastamiento’ acompañado de recogida de balón con ambas manos por parte de Terry. Ha perdonado pisotones de Geremi, plantillazos de Makelele y patadas de Motta, pero ha mostrado tarjeta a Iniesta por desplazar un balón. Más malo que el jardinero de Stamford.

Victoria espectacular, magnífica, brillante, peleada, corajuda y reafirmante. Pero escasa, pequeña, reducida y tacaña en comparación con lo que habría podido ser y, sobre todo, con lo que debería haber sido. Miren las estadísticas que da la UEFA: 23 disparos del Barça por 10 del Chelsea; 9 a portería contra 4; disparos a puerta despejados por la defensa del Barça, 2; por el Chelsea, 10. Doce faltas del Barça, 22 del Chelsea. 65% de posesión barcelonista.

El Barça podía haber destruido el mito del Chelsea, pero sólo lo ha dejado desmoronándose, con Mourinho echando bilis, Terry hundido y Lampard oscurecido. Y no ha sido un Chelsea menor. ¡ Qué gran Makelele ¡ Fantásticos Ferreira, Cech, Drogba, Geremi y Robben. Han peleado sobre el barro como leones con uno menos. Han hecho temblar a un Barça descomunal y sólo han caído cuando Ronaldinho (como había propuesto Marquinos) le ha buscado la espalda a Makelele y ha roto a los centrales. Cuando el Barça ha aparcado el conservadurismo y ha despertado su instinto triunfador ha desnudado a los de Mourinho, pero ha perdonado una goleada estrepitosa, una inundación, un cataclismo. Hemos podido asistir a la ceremonia de la destrucción de un mito futbolístico, pero sólo hemos contemplado su rotunda derrota. El Chelsea aún está en pie. Pero el Barça ya le mira desde las alturas de la leyenda de Messi, llamado a dirigir a un equipo que hoy ha dicho que quiere reinar en Europa.

Referencias
- La consagración de Messi ("El País")
- Nacido para partidos memorables ("Futbolitis")
- Excepcional Messi ("L'Equipe")
- La reacción de Mourinho ("Chelseafc.com")
- Rijkaard ha logrado divertir ("As")
- Un Barça grandísimo ("La ducha")
- Un polvorón en el polvorín ("Banyeres blog")
-- El día que bailaron a Mourinho ("Planeta Áxel")
- Fino estilista gana (Relaño en "As")
- Hasta el Big Ben se paró (Elías Israel en "Yahoo")

Fotos: Diario Sport; UEFA; Diario El Mundo del Siglo XXI.

Vídeo 1: Expulsión de Del Horno y los dos goles del Barça (narración en catalán de RAC-1). (Gentileza de Jaime, de miniestadi.blogspot.com).



Vídeo 2: Resumen de la jornada de Champions con el gol de
Nedved al Werder, un paradón de Buffon en el mismo partido; el tanto de Cruz al Ajax y el remate al larguero de Messi en Stamford. (Gentileza de David, de www.futbolarte.com).