jueves, agosto 18, 2011

Barça-Real Madrid (vuelta Supercopa) 3-2

1.- Partido brillante, vibrante, majestuoso. Fútbol en estado puro, espectáculo grandioso durante 89 minutos. Pulso casi ajedrecístico.

2.- Un equipo quiere construir una autopista para sacar el balón. El otro lanza olas para impedir esa construcción. Pep sitúa a Piqué, Busquets y Xavi, sus tres piezas vertebrales, en la salida. Mourinho ordena presión alta para crear un cortocircuito. Y lo consigue muy a menudo.

3.- El partido está en ese pulso entre blancas y negras: construir una autopista mientras llega el oleaje infatigable. Tres arquitectos enfrentados a tres olas gigantes (Benzema, Di María, Özil). Los arquitectos están muy bajos de forma, pero conservan escuadra y cartabón. Los madridistas muestran una intensidad conmovedora.

4.- La presión arriba multiplica los errores de Piqué, Busquets y Xavi, que es tanto como regalar oportunidades de oro a los puñales madridistas. El resto es un guión similar a la ida: Xabi y Khedira (luego Coentrao) sobre los interiores del Barça. Pedro y Villa abriendo las bandas. Messi revoloteando, Pepe a su rebufo para impedir que se acerque a Casillas.

5.- El Madrid logra su objetivo: consigue que el Barça engarce pocas jugadas de duración eterna, de esas que desarbolan al más equilibrado. El Barça sufre ante la presión alta y opta por un recurso inhabitual: si no puede jugar y mecer en horizontal, lo hace en vertical y al espacio, pero su juego de posición desaparece. Y ahí es mucho menos Barça, aunque sigue haciendo daño en cada destello.

6.- Verticales y con grandes espacios vacíos, Messi e Iniesta son terribles. Imparables. No hay anticipación que pueda cubrir tantos metros cuadrados de césped, ni estructura defensiva, por trabajada que esté, que consiga frenar a estos dos jinetes del espacio abierto.

7.- El acierto rematador da el título al Barça. Un Madrid colosal en el cortocircuito ha rozado la proeza, con un Benzema prodigioso en sus movimientos, pero la eficacia inclina la balanza. La eficacia, esa asignatura que parecía perdida para el Pep Team y que ha sublimado en esta Supercopa.

8.- La auténtica opción madridista no era la cobardía, sino la valentía. El Mourinho entrenador ha sabido rectificar su clamoroso error en las semis de Champions, cuando regaló balón, espacio y tiempo. En esta doble final ha sabido frenar y secar las virtudes teologales del Barça, algo que el gran Sir Alex Ferguson ni siquiera rozó en Wembley.

9.- El contrapunto de un gigantesco Benzema ha sido Cristiano, de nuevo en sordina en un partido grande. Coentrao de mediocentro ha mejorado a Khedira y liberado a Marcelo. Higuaín y Kaká, simplemente no están. Tampoco brilla la organización ofensiva. El ataque es siempre formidable, lleno de fuerza y coraje, pero a impulsos, como si no existiera instrucciones preestablecidas, ningún plan formal de ataque. Es emocional, no estructural.

10.- Aroma a final anticipada de Champions. No hay en Europa, ahora mismo, dos equipos con ese nivel. Incluso estando en plena pretemporada. El Madrid tiene todo para conquistar títulos este año. El Barça, que parece no haber regresado todavía de vacaciones, ha añadido más madera que nunca para que la locomotora incremente la potencia. Cuando adquiera la velocidad de crucero puede ser una máquina demoledora.

11.- Piqué, Busquets y Xavi aún han de hacer su pretemporada. Sin embargo, Messi, Iniesta y Mascherano ya han pillado la onda. Cesc Fàbregas es la noticia de la noche. Salió al campo sin recordar que no juega al fútbol desde hace cinco meses. Y al primer balón encendió las luces e insufló aire fresco. Fue la promesa de que con él no sólo llega la continuidad del modelo y un hambre feroz de victorias, sino otro factor diferencial, uno más, de alto voltaje. Ha llegado el heredero. En realidad, el heredero del heredero.

y 12.- Messi.

PD.- Del esperpento final, muy poco que aportar. Las imágenes son demasiado evidentes y los protagonistas –todos ellos- están señalados con luz fluorescente. Retratados.

- Barça-Real Madrid. (Vuelta Supercopa España). 17-Agosto-2011. Camp Nou. 3-2 (Iniesta, Messi, Messi - Cristiano Ronaldo, Benzema)