miércoles, enero 04, 2006

¿Qué pinta Maxi en el Barça?

No comprendí su fichaje y no entiendo su recorrido como jugador barcelonista. Maxi López es un chico simpático, buen compañero, dedicado al entrenamiento y feliz por compartir el vestuario del Camp Nou con cracks como Ronaldinho. Pero no comprendo qué papel juega en el Barça. Llegó porque cuatro lesiones de ligamentos cruzados provocaron un clima de histeria colectiva, del que sólo parecía abstraerse Rijkaard. Pese a su frialdad, el entrenador holandés acabó sucumbiendo a la presión de medios y directivos y contrató (¿solo o con Txiki?) a Maxi y Albertini. El primero fue fichado por su juventud para cubrir el hueco dejado por Larsson en el ataque como suplente de Etoo. El segundo fue contratado por su enorme experiencia para suplir las ausencias de Edmilson, Motta y Gabri. Pero ni Maxi ni Albertini cubrieron agujero alguno, entre otras causas porque no hizo falta y los doce hombres con los que contaba Rijkaard (los titulares más Iniesta) se bastaron para ganar la Liga. Curiosamente, ambos fueron protagonistas en la eliminatoria perdida frente al Chelsea: Maxi porque marcó un gol esperanzador en la ida; Albertini porque el día que hacía falta su experiencia, en la vuelta, el entrenador le dejó en el banquillo. No se supo más de ambos en toda la temporada.

Cuando empezó esta, Albertini ya no estaba y Maxi, casi tampoco. Ha jugado 15 minutos en Liga y ni uno solo en Champions. Rijkaard le ha dado fiesta la mayor parte de los fines de semana y ha intentado sin éxito cederle al Betis o al que pasara por allí. Y cuando existía una auténtica oportunidad de verle en acción y revalorizarlo (el Zamora en Copa) ni cuerpo técnico ni jugador han estado a la altura. Si Rijkaard contara mínimamente con el jugador le habría avisado, directa o indirectamente, a las claras: tenía que estar preparado para golear en Zamora. No basta ese leve comentario que se desliza desde el club en el sentido de que se le hizo una insinuación a su representante. Y tampoco es de recibo la falta de compromiso de Maxi. Su historial como barcelonista es tan nulo que debía haber limitado unas vacaciones innecesarias por largas, debía haber hablado con Rijkaard o debía haberse presentado antes de hora voluntariamente a entrenar, a menos que quiera pasar a la historia como un delantero que sólo existió veinte minutos de una noche de febrero.


Pero al margen de este último conflicto, ¿quién propuso ese fichaje? ¿quién decidió pagar por Maxi lo mismo que se había cobrado por Luis García, todo un campeón de Europa, jugador polivalente e idóneo para ser el cuarto delantero? ¿quién se responsabiliza ahora, en medio de la euforia, de este tremendo gran error?

P.D.: Espectacular gastroenteritis colectiva en el Atlético de Madrid. Y una grave acusación sobre la falta de calidad en los alimentos que se cocinan en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas.

Referencias

- El misterio de Maxi
- Lo que no se entiende de Maxi
- ¿Una residencia no preparada?