sábado, enero 14, 2006

Márquez, tan fundamental como frágil

La fragilidad muscular de Rafa Márquez le ha acompañado en toda su trayectoria deportiva y, de hecho, ha marcado su propio destino futbolístico. El Barça de Gaspart le quiso incorporar ya en 2001, pero las reiteradas lesiones sufridas por el mexicano cuando era central del AS Monaco desaconsejaron ese fichaje y provocaron que en su lugar se contratara al que era su compañero en el equipo monegasco, Philippe Christanval, con quien había conquistado la Liga francesa 1999-2000. Christanval duró dos temporadas en el Barça y tras apenas 31 partidos fue traspasado al Marsella y ahora recala en el Fulham inglés. Mucho más tarde de lo previsto, Márquez llegó al Barça y triunfó, aunque no ha abandonado su fragilidad.

El capitán mexicano llegó al Monaco en 1999 procedente del Atlas (6 millones de euros). Triunfó pronto y ya el primer año disputó 29 partidos, pero las dos siguientes temporadas estuvieron marcadas por las lesiones, hasta el punto que sólo jugó 15 y 21 partidos en cada una de ellas. Con Christanval ya en el Barça, Márquez se operó la rodilla derecha en México, donde se le extirpó el menisco externo. Por ello se perdió el inicio de la temporada 2002-2003, pero se consagró finalmente como mediocentro y jugó 30 encuentros. Justamente cuando Christanval abandonaba el club blaugrana llegaba Márquez. Y lo hizo lesionado.

Fichó en julio de 2003 por 8 millones de euros (una ganga a la vista de los precios actuales), pero mientras se preparaba para la final de la Copa de Oro, cuya final jugaba México ante Brasil, sufrió una distensión ligamentosa en la rodilla izquierda que retrasó su incorporación a la pretemporada que el Barça inició en Estados Unidos. No fue una brillante temporada para Márquez, que disputó 22 partidos y fue considerado moneda de cambio para otros fichajes. Su salida del equipo se dio por segura en varias ocasiones, pero finalmente no ocurrió. Sufrió dos lesiones musculares: una rotura fibrilar en los isquiotibiales de la pierna izquierda (21 de febrero de 2004) y tras la recuperación, la consiguiente recaída al cabo de mes y medio.

El propio Márquez reconoció públicamente su fragilidad, pero en la siguiente temporada, la de los “ligamentos cruzados” que asolaron al Barça, se consagró como un pilar imprescindible del equipo y sólo sufrió una lesión, una leve elongacion en el bíceps femoral de la pierna derecha, leve pero suficiente para impedirle jugar en Stamford Bridge el decisivo Chelsea-Barça de Champions. Disputó 34 encuentros, pero en verano sucumbió en dos ocasiones a causa del abductor de la pierna izquierda, lo que trastornó su participación en la CONCACAF y la Copa Federaciones.

En la presente temporada, sufrió una contractura en el abductor derecho a finales de septiembre y cerca de Navidad una elongación en los isquios de la misma pierna, de la que recayó el 5 de enero en Zamora. En resumen, un jugador tan fundamental como frágil.


Referencias
- Llegó lesionado
- A punto de ser traspasado
- Reconoce su fragilidad