martes, noviembre 07, 2006

Capello, en el promedio de sus antecesores


Transcurrido un cuarto de Liga, el balance del Madrid de Capello en los primeros 13 partidos de la temporada (9 ligueros, 4 de Champions) no empeora el de sus inmediatos predecesores (Luxemburgo y el tándem Camacho-García Remón), pero tampoco lo mejora de forma sustancial. Con Capello, el Madrid pierde menos partidos y encaja menos goles, pero también gana menos encuentros y marca menos tantos que con Luxemburgo. Este es el balance de los últimos tres arranques madridistas:

CAPELLO
  • 8 victorias
  • 2 empates
  • 3 derrotas
  • 24 goles favor
  • 10 goles contra
LUXEMBURGO
  • 9 victorias
  • 0 empates
  • 4 derrotas
  • 28 goles favor
  • 13 goles contra
CAMACHO – Gª REMÓN
  • 7 victorias
  • 2 empates
  • 4 derrotas
  • 15 goles favor
  • 12 goles contra
Algunas circunstancias parecen repetirse casi milimétricamente en cada temporada. Por ejemplo, la visita al estadio del Betis en el primer tramo liguero, donde el Madrid siempre puntúa. O que el único rival poderoso que le corresponde en estos nueve encuentros siempre deba acudir al Bernabéu (Barça este año; Valencia el anterior y también hace dos temporadas). En beneficio del Madrid que García Remón heredó de Camacho digamos que entonces también acudió un Depor en buena forma, que se llevó la victoria, y que el grupo de Champions que le correspondió era más compacto que los posteriores, con Bayer Leverkusen (que ganó 3-0 en Alemania), Roma y un más potente Dinamo de Kiev que el actual.

Pero aparte de estos matices no se observan grandes diferencias en el balance. Capello ha sufrido una derrota menos que sus antecesores, pero también ha logrado un triunfo menos que Luxemburgo, que le supera por puntos totales. Aquél era un Madrid menos cohesionado que el actual, pero con un Ronaldo en estado de gracia hasta su lesión contra el Atleti. Luxemburgo no había resuelto el centro del campo, donde un día jugaba Pablo García, otro Baptista e incluso Sergio Ramos hacía sus pinitos como mediocentro. Era aquél Madrid en que los brasileños celebraban las goleadas haciendo ‘la cucaracha’ mientras los españoles del equipo les fruncían el ceño.

El Madrid anterior sufrió el trauma de la huída de Camacho y a García Remón poco se le pudo reprochar. Vivió el principio de la larga agonía galáctica. Owen era suplente, pero marcaba en todas sus apariciones, mientras Guti alternaba sus clásicos claros y oscuros, Raúl palidecía y Helguera sujetaba como podía una defensa a la que ya le fallaban los automatismos. Era un Madrid con menos gol, pero con un balance muy parecido al de Capello.

Un cuarto de temporada es demasiado pronto para que las conclusiones sean fiables, pero suficiente para observar la tendencia que se dibuja. Algo dIstante del gran inicio del Madrid de Queiroz, 9 victorias y una sola derrota (28 goles a favor, 12 en contra) en aquél lejano 2003 en que Florentino aún reinaba en todo su esplendor.

Fotos: AFP - EFE - Real Madrid.com.