Ya en la ida de ‘Stamford Beach’ hablé del miedo. Miedo del barcelonismo titulé y fui reconvenido por muchos colegas que creyeron interpretar en la palabra ‘miedo’ el concepto ‘cobardía’. Sin duda fue un error mío que a 24 horas del gran partido de vuelta quiero corregir. Otro colega me propone hablar de ‘incertidumbre’ como en los libros de suspense, pero he pensado que sería incluso mejor rescatar de los archivos un artículo que publiqué durante los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Le he quitado toda referencia temporal a lo que sucedió en aquellos días olímpicos y creo que puede servir para reflejar lo que sienten los deportistas ante su gran momento, lo que deben sentir ahora mismo los jugadores de Rijkaard y de Mourinho y también los propios entrenadores. Es miedo, aunque indiscutiblemente le podemos llamar de cualquier otro modo. Y no es cobardía, en absoluto.
“El miedo es el motor que mueve los músculos. Los del campeón y los del perdedor. El miedo te da alas. El miedo te hace volar. No se fijen en los gestos, los gritos o las bravuconadas de los deportistas antes de competir. Sólo ocultan el miedo que sienten. Porque todos los atletas tienen miedo. Los grandes y los pequeños, los que ganan y los que caen. Miren los ojos del deportista. Fijamente. Mírenle a los ojos y verán miedo, aunque sus brazos, sus piernas y sus muecas quieran decirnos lo contrario. Todos tienen miedo.
Lo que mueve el corazón de cada deportista es diferente: a unos les mueve la gloria y los honores; a otros, el dinero; a algunos, el ego o revanchas eternas; y a bastantes, la superación de los propios límites. Cualquiera de esas motivaciones es útil durante años, pero no sirve de nada en el momento de competir. Cuando el atleta compite no recurre a su motivación, sino al miedo.
Unos tienen miedo a perder la posición, lo ya ganado. O lo soñado. Otros tienen miedo a ganar. Se ven favoritos, ganadores en potencia y tiemblan ante la confirmación de sus sueños. Pero todos tienen miedo, aunque aparenten que no. Tiembla el anterior campeón porque ve aproximarse el fin de su reinado. Tiembla el gran aspirante porque es favorito indiscutible y teme fallar. Tiembla el líder imbatido durante todo el año porque le aterroriza caer justamente el día crucial. Tiembla el silencioso que llega en plena forma y prepara su zarpazo sorprendente. Tiembla el aparatoso extrovertido que promete la victoria a quien quiera escucharle. Todos tiemblan por dentro. Sus ojos están recubiertos de miedo. Pero cuando llega el momento de la acción, lo que mueve sus músculos y les propulsa como huracanes es el miedo. Corren como posesos, saltan como leones, nadan como delfines porque huyen. Huyen de su propio miedo”.
Espero haber aclarado con este artículo publicado el 24 de agosto de 2004 (El Periódico de Catalunya) a lo que me refiero cuando digo que el barcelonismo tenía aquel día (y tiene hoy) miedo. No es cobardía, sino todo lo anteriormente escrito. Es el motor que mueve los músculos.
P.D. 1: No puedo dejar de referenciar el post de Jordi Soler sobre la deleznable portada de hoy del diario Sport, que incluso cita el número de la habitación de Mourinho en su hotel. También TV3 se ha 'lucido'. Debe ser el 'nuevo periodismo'.
P.D. 2: Contrasta con ello la impecable rueda de prensa de Frank Rijkaard esta tarde, que ha dado una lección espectacular de modales y psicología positiva. Os linko sus declaraciones y también las de Mourinho.
Referencias Miedo
- Miedo del barcelonismo (ante 'Stamford Beach')
- El miedo es el motor
Referencias diario Sport
- El 'nuevo' periodismo
- El enemigo más odiado
- Incluso su número de habitación
Ruedas de prensa
- Frank Rijkaard
- José Mourinho
Fotos: El Mundo del Siglo XXI (Etoo en Stamford y Ronaldinho contra el Depor).