lunes, marzo 27, 2006
Ante una nueva ‘cumbre’ europea
A la Liga le ha entrado un ataque de melancolía del que afortunadamente nos sacará el Barça-Madrid del próximo sábado. Sucede igual en Inglaterra, Italia, Francia o Alemania, donde los dados ya hace tiempo que fueron lanzados y apenas quedan detalles por conocer. Por suerte, el Madrid ha recuperado la sonrisa en el momento adecuado y llegará al Camp Nou con la autoestima en buen estado y una goleada al Depor en el zurrón que le da esperanzas. Y nos las da a todos porque eso promete al menos un duelo intenso y no el descafeinado partido que se preveía.
Pero antes llega la gran pasión: la Champions. Con certera definición, Juan Cueto ha escrito hace poco que la Champions es el producto europeo que mejor nos representa, el más exportable, el que mejor se vende en el mundo globalizado. Cueto define que el único producto audiovisual que Europea puede oponer al cine de Hollywood es la Champions. Y las audiencias y la pasión parecen darle la razón. Italia, España, Francia, Portugal e Inglaterra vivirán toda la semana pendientes de los cuatro grandes enfrentamientos. Es decir, el núcleo corpóreo de la Europa moderna, con la salvedad de la Alemania de la canciller Merkel, un paso atrás en el fútbol de club como de selección. Aunque pese a estar ausente del momento culminante de la Champions, el fútbol alemán está rindiendo un gran favor a su país, pues la organización del Mundial está sirviendo de locomotora en la pausada recuperación económica. No echemos, pues, la definición de Cueto en saco roto. A Europa la desunen muchas cosas, pero la Champions es la red de los nuevos tiempos. A falta de Constitución europea, Champions apasionante.
Y ahí aparece el Benfica y todos los viejos demonios, los ancestros y los mitos del barcelonismo. Ahí aparecen Kubala, Czibor, Kocsis y Ramallets y también los postes cuadrados y la final de Wembley y Koeman e incluso los revanchistas Simao y Geovanni. Y ahora mismo las ausencias de Puyol, Márquez, Edmilson y Messi, que parecen pesar como una losa (ya ni nos acordamos de Xavi...); las dudas en la defensa; ¿Van Bommel o Iniesta, Giuly o Larsson?; el exceso de euforia combinado con el temor oculto a que el Benfica de Champions sea mucho más serio que el de la liga portuguesa, apenas un discreto conjunto que marcha en tercer lugar. Vuelve la Champions, al fin, después de tanta melancolía liguera...
Vídeos: El de la triste final de Berna en 1961 contra el Benfica de Costa Pereira. La final de los terribles postes cuadrados y del error de Ramallets. Una final que marcó 30 años de historia del Barça, hasta que Koeman rompió el hechizo en Wembley.
Y para quitar el mal sabor de boca, las filigranas de Ronaldinho cuando era pequeño y ahora mismo (último spot de Nike).
Fotos: Etoo en Málaga (AFP); Pirlo y Ballack en la eliminación del Bayern ante el Milan; y gol del Benfica en Champions ante el Manchester.