jueves, marzo 30, 2006

¿Habrá equipos italianos en semifinales?


Todo parece indicar que sí, pero no se puede descartar la sorpresa de una catástrofe ‘azzurra’: la Juve está con pie y medio fuera; el Inter quedará eliminado a poco que Riquelme apunte bien; y el Milan no puede confiarse ante un Olympique que recupera a Juninho Pernambucano y logra sus mejores prestaciones fuera de casa. Sin embargo, no parece probable que la armada italiana se ausente de las semifinales de Champions.

Quien mejor lo tiene es quien mejor juega: el Milan de Ancelloti. Durante muchos minutos reinó en Lyon, con un Kaká majestuoso y un Pirlo soberbio, jugador con ojos en el cogote capaz de lanzar sus pases con escuadra y cartabón. Pero no pudo marcar y ya sabemos por experiencia reciente lo que sucede en esos casos. Un Milan demoledor tuvo que echarse atrás cuando la fuerza lyonesa decidió cambiar el rumbo de su destino. Ahí sufrió el equipo italiano, en manos de una defensa melancólica por veterana y por sus bajas, aunque con un Nesta siempre en su papel secante. Partido, en fin, que podía haber encumbrado aún más al Milan pero también haberle mandado a los infiernos a poco que Carew hubiese apuntado bien. Partido que coloca al Milan cerca de otra semifinal (¿contra el Barça?), pero que no le impide al OL seguir soñando pese a la importante baja de Tiago para la vuelta.


Lejos de ese fútbol brillante, el otro equipo de Milan arrancó una victoria sobre el meritorio Vila-real, que a los cuarenta segundos había marcado ya en San Siro, promesa de una sorpresa no culminada. Riquelme y Verón aparecieron poco y dejaron el peso de la batuta a Senna y Cambiasso, lo que bajó el tono de la partida. El Inter lo basó todo en Adriano, colocado en la posición del pívot de baloncesto y hacia quien fueron todos los balones. Metió uno, le sacaron de la línea otro, falló varios y no enganchó el que acabó metiendo Martins casi sin querer en la meta española. Poco fútbol y mucha dispersión, estilo clásico del Inter, p
ero menos en el Vila-real que tendrá dentro de cinco días una oportunidad gloriosa de hacer historia. Con un gol se mete.

Peor que el Inter lo tiene la Juve, que afrontará su compleja remontada ante el Arsenal sin Del Piero, Vieira, Camoranesi ni Zebina, sin moral y con poco fútbol. Al equipo de Wenger le basta con regalar el balón, montar su línea de cinco en el centro del campo para que Gilberto robe, Cesc pase y Henry machaque. Si Capello no crea un milagro, los ‘gunners’ marcarán otra gran muesca en su revólver e Italia llorará lágrimas amargas por esa Juve de hierro pero con alma de barro.

Fotos: Tiago, que será baja en la vuelta, frente a Kaká (Getty Images); Martins celebrando el segundo gol del Inter (Action Images); Capello y Wenger en Highbury.