jueves, febrero 22, 2007

Lo imprevisible y lo profesional



La tarea fundamental de un equipo de fútbol (entendiendo por equipo su cuerpo técnic
o y sus jugadores) puede resumirse en los siguientes tres axiomas:

  • Conocer, prevenir y controlar las acciones previsibles de un partido
  • Resolver con el menor daño posible las imprevisibles en contra
  • Crear el máximo posible de actuaciones imprevisibles a favor


Para ejecutar con eficiencia estas tres tareas hace falta conocimiento, estudio y trabajo efectuados con máxima profesionalidad. Este rigor es el que construye los éxitos a medio y largo plazo, no los de un partido concreto, pero sí lo s de una temporada. Por todo ello creo que las preguntas de hoy en el Barça no son las tan autodestructivas sobre a quién vendemos, a quién despedimos, a quién mandamos al asilo y a quién fusilamos al amanecer, sino estas otras:

1.- ¿Por qué el equipo técnico acepta que, en un ejercicio post-Mundial, los 4 millones de euros de la gira americana hipotequen toda la preparación de la temporada?

2.- ¿Por qué ante una temporada con seis títulos en disputa y una previsión de otros 60 partidos, con 11 jugadores habiendo participado en el Mundial, una plantilla que sufre tres bajas sólo se refuerza con tres fichajes y deja sin doblar una posición esencial como la del delantero centro?

3.- ¿Por qué ninguno de los ciclos de la preparación física concluyen en un buen estado de forma, ni en octubre, ni en diciembre, ni en febrero, pero se regalan dos semanas de vacaciones navideñas a un equipo con poco trabajo en las piernas?

4.- Cuando toda la capacidad de sorpresa de tu juego de posesión y combinación ya ha sido analizado, diseccionado y contrarrestado por todos los equipos rivales, ¿por qué el Barça ha sido incapaz de levantar ni un solo esquema alternativo de juego sólido y eficaz? ¿No existe esa alternativa o Rijkaard no ha conseguido diseñarla?

5.- ¿Por qué en los siete meses de temporada, el entrenador no ha sido capaz aún de definir sin discusión cuáles son los cinturones de seguridad del equipo, es decir, su defensa y su mediocentro?

Habría otras preguntas y cuestiones, posiblemente más punzantes y actuales, pero creo que estas cinco resumen la tendencia de la temporada y también las dudas sobre la profesionalidad con que se ha afrontado un curso decisivo, pues es sabido que no hay ejercicio más difícil que el posterior al encumbramiento: Quien no se renueva durante el triunfo está condenado a la decadencia. No sé si os suena la frase.

Dos detalles

Detalle del Barça: Un error puntual es lo de Valdés. Un error estructural es toda la jugada del primer gol inglés, error que se repite una y otra vez en los últimos tiempos: falta de concentración, mala ubicación defensiva, conceptos básicos no comprendidos sobre qué, cómo, cuándo y a quién defender. Valdés cometió un error. Otros deberían regresar al parvulario del fútbol.

Detalle del Liverpool: Arbeloa en la izquierda, la acción imprevisible de Benítez. No se notó que es diestro porque Messi siempre se va hacia dentro, hacia la pierna derecha del hombre que le defiende, con lo que Benítez acaba de demostrar que frente a un extremo a pierna cambiada lo mejor puede ser un lateral a pierna cambiada. Para Anfield, el detalle puede llamarse Mascherano.


La presión sobre Capello



A Capello le están haciendo un tercer grado, pero él tampoco ayuda a aflojar el nudo de la soga. La presión de estos días ha despejado varias respuestas:

  1. Ante el Bayern, el Madrid se echó hacia atrás porque Capello lo quiere así (Reyes dixit)
  2. Emerson se negó a calentar y jugar contra el Bayern cuando su equipo boqueaba en un partido trascendental porque no soporta las iras del Bernabéu, lo que me parece de una gravedad elevada
  3. Capello no está dispuesto a admitir ninguna realidad negativa y es capaz de afirmar que un resultado ha sido positivo aunque haya perdido ese partido (ante el Depor).

Fotos: Reuters - Getty - AP - AFP.