lunes, julio 31, 2006

Juego de niños



Durante quince días han vivido un sueño, pero hoy empieza la que puede ser su peor pesadilla. Campeones de Europa, pero ninguna garantía de que podrán oler los verdes campos de la Primera división. Los sub-19 dominaron la Eurocopa de principio a final, desde el juego a las estadísticas, pasando por las goleadas e incluso el ‘fair play’. Juego de toque y control, de mimo al balón y acierto ante el gol. Jugadores de talento, casi todos aún por hacer, salvo Javi García y Piqué, ya crecidos y físicamente formados.

Pero tras la gloria, apenas nada. De los 18 chavales, sólo Barragán dispone de ficha para jugar en Primera, con ese Depor que a falta de dinero ha optado por la juventud. Los 17 restantes (salvo que Piqué desembarque cedido en el Zaragoza) tendrán que jugar en categorías inferiores. Marc Valiente se puede considerar afortunado ya que se embarca por la gira americana del Barça y podrá entrenarse con los mayores durante unos días. Pero casi todos regresan a los duros campos de Segunda y Segunda B, mientras equipos menores de Primera se refuerzan con indescriptibles extranjeros de vuelta de todo que, eso sí, proporcionan magníficas comisiones a intermediarios y quizás a alguien más.

No se trata de que estos chavales sean ya titulares en Primera, ni de que Giovanni dos Santos deba ser tratado como una estrella por una bella acción en un partido pachanguero. Con su equilibrio habitual, Rijkaard ha dicho: “Hay jugadores jóvenes con calidad, pero nosotros tenemos que frenar esta situación e ir poco a poco para que puedan evolucionar de manera correcta”. No se refería a Marc Valiente, por supuesto, sino a Giovanni, de quien se está exagerando todo, incluso convirtiendo en virtudes aspectos que no lo son, como esa gran musculatura del tren inferior, un desarrollo que ahora le da ventaja pero que no le permitirá crecer más en el futuro, lo que acabará siendo un inconveniente.

Digamos, por resumir, que resulta muy acertado que Rijkaard congele todas las exageradas euforias que genera el entorno de Giovanni. Pero al mismo tiempo, muy decepcion
ante que los sub-19 apenas vayan a tener oportunidades.


El Ben Johnson del siglo XXI


Directivos suecos solicitaron que con el cambio de siglo se partiera de cero en la tabla de récords mundiales de atletismo. La Federación Internacional no lo aceptó, pero era una excelente propuesta. La tabla de plusmarcas no se sostiene a ningún nivel. La mayoría de los récords están basados en la trampa del doping, como acaba de demostrar Justin Gatlin, de nuevo la testosterona en acción. El mismo día que Landis, con el desvergonzado apoyo de Armstrong, intentaba ampliar la cortina de humo de su positivo en el Tour a base de falsedades, Gatlin sumaba el segundo positivo de su carrera deportiva, el que debe llevarle a la inhabilitación a perpetuidad. Como hace casi veinte años con Ben Johnson, de nuevo el hombre más rápido del mundo ha sido frenado en seco.

Su entrenador, Trevor Graham, ha lanzado también una particular cortina de humo. Habla de un complot, que es otra de las 'versiones habituales'. Digamos antes que nada que este es el décimo caso positivo que sufre un atleta entrenado por Graham, o sea que ya ven cómo es el historial del caballero. El vicepresidente del CIO, Thomas Bach, ha definido muy bien a Landis, Gatlin y toda esta cohorte de falsarios, tramposos y caraduras. Bach ha dicho que sus actitudes oscilan entre "la infinita estupidez y el absoluto cinismo".


Es la primera vez que los tramposos tiemblan. Se ha acabado la impunidad en la que vivían. Ahora deben moverse en la incertidumbre del ratón que va a ser cazado.

Referencias
- A Gatlin le va la testosterona
- La culpa es de un complot...
- Y Landis intenta enredar

Fotos: AFP - AP - EFE.