Año tras año se repiten las mismas declaraciones de amor. Son declaraciones de futbolistas que manifiestan amar a sus clubes por encima de todas las cosas. Tienen distintas expresiones e intensidades, pero todas coinciden en su pasión por los colores que visten y que aseguran vestirán hasta el fin de sus días. Se llenan las bocas de elogios hacia el club que les paga; de pasión hacia las aficiones que les idolatran. Parecen eternamente ligados a unos colores.
Pero también de forma sistemática, esos mismos jugadores dedican cada verano y otras fiestas de guardar a todo tipo de tácticas especulativas para lograr incrementos salariales. De palabra, obra u omisión, futbolistas de todos los pelajes realizan sus mejores esfuerzos fuera del campo. Lágrimas, lamentos, presuntas ofertas, todo vale para sembrar el miedo en el club y conseguir un aumento de sueldo, una ampliación en los años de contrato, un bonus por objetivos o quizás todo a la vez. Da igual que sea una práctica plenamente especulativa, rayana a veces en la pura extorsión. Ni que con ella se destruyan anteriores declaraciones de amor y pasión. Pronto llegarán periodistas amigos con certeras campañas mediáticas para borrar esa realidad mercenaria y volver a revestir al jugador con ropajes de amor desenfrenado hacia sus colores. Y a continuación, nuevos jugadores repitiendo el ciclo en una espiral inacabable.Llegará al día (¿o ha llegado ya?) en que los clubes deberán estar más pendientes de la calaña personal de los representantes que del propio talento de los jugadores. A menos que la sostenibilidad de los proyectos de los clubes no tenga la menor importancia.
Dos lesiones
Michael Carrick debutó con el Manchester en Ámsterdam, pero a los quince minutos recibió una patada y estará tres semanas de baja. Se pierde el inicio de la Premier inglesa y deja al Manchester de nuevo sin mediocentro. Darren Fletcher ocupó el puesto y fue como un pollo sin cabeza, así que imagino a Ferguson llamando hoy mismo a Marcos Senna para ficharle. Más difícil lo tendrá Mourinho para sustituir a Joe Cole, seriamente lesionado en los ligamentos de la rodilla en la gira americana del Chelsea. Falta por conocer el diagnóstico preciso, pero esa baja puede ser importante. ‘Operación Dominó’
Hernán Crespo, Zlatan Ibrahimovic, Luca Toni, Cristiano Lucarelli, David Trezeguet. Cinco delanteros que esta semana pueden cambiar de club en una auténtica ‘Operación Dominó’. Crespo acaba de obtener el pasaporte italiano y deja de ocupar plaza extracomunitaria. Si Mourinho acepta venderlo pese al accidente de Joe Cole, Crespo puede irse al Milan o incluso al Inter, al igual que Ibrahimovic. Si quien les consigue es el Milan (lo más probable), entonces el Inter irá a por Toni y la Juve a por Lucarelli, además de retener a Trezeguet, al que ofrece 4,5 millones anuales. En fin, una movida.Referencias
- Temor por Joe Cole
Fotos: AP - Chelsea.com - Getty.
