jueves, agosto 17, 2006

El primer título de la temporada


En lo último que habrá pensado Frank Rijkaard es en presionar a su plantilla para que conquiste seis títulos esta temporada. Eso no es un desafío ni un reto, sino pura charlatanería barata de periódico deportivo. No imagino a Rijkaard hablando del ‘Barça de las 6 Copas’. Si acaso, le intuyo trabajando con afán y dedicación, con humildad y sobriedad, sin variar el camino emprendido ni el discurso adoptado. Como él mismo ha dicho, el objetivo no es acumular títulos sino “mantener la filosofía (de juego) del Barcelona”. Le veo presionando a sus jugadores para trabajar seriamente, para superar las dificultades de una pretemporada aberrante. Preparando alternativas tácticas que mejoren los sistemas de juego ya automatizados. Puliendo un trabajo físico que ha vivido periodos negros en las últimas temporadas. Y le imagino construyendo paso a paso, sin alardes ni trompetas, ni claros clarines ni mandangas.

Así que ya regresa el fútbol de competición aunque apenas haya habido tregua. El primer título de la temporada siempre es ensalzado por el ganador, despreciado por el perdedor y ninguneado por el gran rival. Es así tanto aquí como en cualquier parte. El Werder Bremen le ganó la Supercopa alemana al Bayern hace diez días y los de Munich se encogieron de hombros. El Ajax batió al PSV en la holandesa y Koeman hizo ver que no le importaba. El Liverpool de Benítez batió al Chelsea en la Community Shield y Mourinho se marcó un desplante de los suyos. Por tanto, aquí no vamos a esperar algo distinto. Si el Barça se lleva la Supercopa los aficionados del Espanyol dirán que ellos se concentran en Liga y Copa y los del Madrid hablarán de un título menor. Si el Espanyol continúa la racha europea de equipos ‘outsiders’ que ganan a los favoritos, serán los barcelonistas quienes dirán que la Supercopa no importa pues hay otros retos más trascendentes.

La única realidad es que se trata de un título que no moviliza a las masas, pero que llena las vitrinas. Haría bien el Espanyol en intentar algo más que encerrarse en Montjuïc para evitar encajar un gol. El equipo de Tamudo ya ha demostrado su carácter en competiciones de corto recorrido. Un espíritu singular que le hace temible en la distancia corta. También hará bien el Barça en afrontar este título como si no hubiese ningún otro a lo largo del año. Sólo los aficionados más fanáticos exigirán esos seis títulos que enarbolan los periódicos. Cualquiera que comprenda que el fútbol es, finalmente y aunque no lo parezca, sobre todo un deporte sabrá que el verdadero desafío del Barça no es sumar seis títulos, sino consolidar su dominio en la Liga e intentar repetir en Champions: 18 años habrán transcurrido desde que el Milan lo consiguió. Ese es el reto de verdad.

Referencias
- Rijkaard: Sufrir para mantener la filosofía
- Valverde: El título más factible

Fotos: Marca - AFP - Espanyol.