El abrumador dominio de los últimos años y los fichajes de relumbrón parecen condenar el título de Liga a un duelo entre Barça y Madrid. Es muy probable que así sea. El Barça parte con la ventaja evidente de una plantilla talentosa con los automatismos totalmente mecanizados y el añadido de tres excelentes refuerzos. El Madrid aún tiene algunas dudas que resolver, pero se ha reforzado bien, empezando por su entrenador, y la necesidad de pelear por los títulos será su gasolina. Pero tras estos dos colosos, que deberán compaginar su pelea liguera con la ambición europea, hay otros cuatro equipos que apuntan alto: Valencia, Sevilla, Villarreal y Zaragoza.
Valencia: Morientes, Del Horno, Gavilán y Silva son cuatro refuerzos (más el regreso de Vicente) que apuntalan al tercer clasificado de la última temporada. El fichaje de Simao se advierte como necesario tras el adiós de Mista y Aimar, para aportar mayor consistencia ofensiva a la espera de comprobar si Vicente ha regresado de verdad. El Valencia lleva años con un buen equipo. No juega de forma brillante, pero logra importantes resultados. Es de esos conjuntos que yo defino como ‘metalúrgicos’. No provocan entusiasmo, pero son efectivos. Tiene el hándicap de que la afición quiere espectáculo y el entrenador, resultados. Pero más allá de ese divorcio de objetivos, el equipo posee el aspecto de una máquina engrasada e incluso comienza a tener profundidad de banquillo. Defensa de hierro y ataque con gol. Las debilidades están en el centro del campo, a menos que Edú vuelva a ser el que triunfó en el Arsenal. 
Sevilla: El campeón de la UEFA ha sumado al lateral alemán Andreas Hinkel y al mediocentro danés Christian Poulsen, llegados ambos de la Bundesliga. Y queda pendiente el imprescindible fichaje de un delantero que aporte velocidad y gol, aspectos manifiestamente mejorables. Hablamos de otro equipo que viene de lejos, herencia de Caparrós y Monchi. Un equipo que juega de memoria, sin dudas ni incertidumbres. El Sevilla sabe siempre a lo que juega y su único defecto pertenece al territorio psicológico: necesita creer más en sí mismo. Creer que puede ser más grande. Pero con el balón en los pies ya lo es, con portería, defensa y centro del campo endemoniadamente bien cubiertos y poderosos. Sólo falta afilar los puñales de arriba. 
Villarreal: Cani, Somoza, Pires y Nihat le pueden dar otro peldaño de calidad al conjunto de Riquelme, equipo que también tiene los automatismos completamente mecanizados. Los cuatro fichajes llegan a un club sólido, crecido y anímicamente fuerte tras su hazaña de Champions. El Villarreal, además, sólo jugará una vez por semana, podrá preparar los partidos de Liga y dosificar las energías. Con los cuatro nuevos, adquiere alternativas interesantes a un juego demasiado dependiente de Riquelme, pero con todas las líneas muy homogéneas.
Zaragoza: resulta más difícil apostar por el Zaragoza, dada su discreta última temporada. Pero Victor Fernández siempre me ha parecido un entrenador inteligente, aunque necesita tiempo para armar sus equipos. La marcha de Cani es importante, pero la llegada de Aimar significa un subidón. D’Alessandro ha sido hasta la fecha un fiasco en Europa, pero quizás su talento surja por fin. Si es así, estaremos ante un conjunto con un ataque fenomenal, un centro del campo potente y una defensa mejorable que muy posiblemente necesite una primera temporada de rodaje para alcanzar su mejor nivel en la siguiente. Otros equipos pueden dar también bastante guerra. Osasuna porque ya la dio el año pasado, aunque la marcha de Aguirre se antoja demasiado severa. Atlético de Madrid por Aguirre y los excelentes refuerzos, aunque cuesta volver a creer en el enésimo proyecto. Celta porque siempre está ahí, aunque nunca acaba de rematar la faena. Depor porque Caparrós es mucho entrenador, aunque la forzada apuesta por los jóvenes precisa tiempo de maduración...
Referencias
- El mercado a día de hoy
Fotos: Valencia.com - Villarreal.com - Zaragoza.com.
