lunes, marzo 05, 2007
Una propuesta para Anfield: salgan con el 3-4-3
Hay algunas premisas fundamentales a tener en cuenta: una es que haga lo que haga el Liverpool, el Barça está obligado a marcar un mínimo de dos goles en Anfield; otra es que con tres centrocampistas el Barça siempre ha jugado esta temporada en inferioridad frente a cualquier rival poderoso; y una tercera es resumen de las dos anteriores: si quieres tener por lo menos igualdad de fuerzas en el centro del campo y artillería pesada delante más un portero, entonces sólo te quedan tres plazas para la defensa. Mi propuesta para Anfield es que el Barça salga con el 3-4-3 del Dream Team o de Zaragoza. Que no espere a los minutos de la agonía para hacerlo, sino cuando las piernas estén bien frescas.
No creo que los argumentos para defender esta propuesta deban ser románticos o anímicos, ni que deba recurrirse a la épica o la genética barcelonista. La argumentación es futbolística. Al Barça del 4-3-3 se le atraganta cualquier rival poderoso que presente un 4-4-2. Ha ocurrido con el Chelsea, el Sevilla, el Valencia, el Liverpool o el Madrid. ¿Por qué sucede eso? Fundamentalmente por la inferioridad en el centro del campo, donde siempre se plantea una batalla con menos armas: tres contra cuatro. En ocasiones se explica que el problema obedece a la talla de los centrocampistas, por si son bajitos o potentes, en el eterno debate del talento o el músculo. Pero el problema apenas varía si se alinean los ‘tres pequeños’ o un trío de bestias pardas. Hay ejemplos en las dos versiones. Pero la única pauta que siempre se repite es que el centro del campo rival tiene superioridad, mientras cuatro defensas barcelonistas han de ocuparse de dos delanteros contrarios sin que ese diferencial aporte ninguna ventaja evidente.
Principalmente por esta razón (la inferioridad en el centro del campo), yo volvería a uno de los principios fundamentales del Dream Team: colocas tantos defensas como delanteros tenga el rival más uno. O sea, contra Crouch (o Bellamy) y Kuyt, dos más uno, dos marcadores y un libre. Tres defensas, lo que nos permite igualar las fuerzas en el centro del campo con cuatro medios: el defensivo y otros tres con más libertad. Jugarán mejor o peor, tendrán mayor o menos músculo y mucho o poco talento, pero al menos serán cuatro, como los del Liverpool, sin esa inferioridad galopante que tantos males ha reportado en partidos clave. Y a partir de esa igualdad de fuerzas debe ser más factible explotar las potencialidades del ataque, donde ya será otra historia.
Naturalmente que el 3-4-3 tiene riesgos. Exige una concentración del 100% en todos los instantes. No admite el menor error. Pero es que estamos hablando de un partido que no admite acciones erróneas, pues la eliminatoria no tiene paracaídas. Es un esquema que puede ser contrarrestado metiendo un tercer delantero, de acuerdo, pero sin riesgo no hay botín. Al Liverpool no se le vence desde la blandura o lo cotidiano. Es un equipo muy criticado en España, quizás porque hay quien no simpatiza con Benítez, pero es el penúltimo campeón, un campeón que venció a la Juve de Capello, el Chelsea,de Mourinho y el Milan de Ancelotti para hacerse con el título y que hoy se presenta más fuerte que entonces. El Liverpool no es un cualquiera, aunque su estética futbolística no resulte especialmente brillante. Para eliminarle hay que sumar concentración defensiva, habilidad constructiva en el centro del campo y efectividad rematadora. Y arriesgarse.
El 3-4-3 ya no es una sorpresa, pero probablemente Benítez tenga muchas dudas ahora mismo sobre si Rijkaard se atreverá a plantarlo en Anfield. El propio entrenador del Liverpool dijo ayer: “El Barça jugó un 3-4-3 contra el Zaragoza en la Copa para sorprender, pero creo que contra nosotros jugarán el sistema que utilizan habitualmente”. Así que esta es mi propuesta:
Valdés – Oleguer, Thuram, Puyol – Márquez, Xavi, Deco, Iniesta – Giuly (Messi), Eto’o (Gudjohnsen), Ronaldinho
A Munich sin Beckham
El Madrid se la jugará en el Allianz de Munich sin Beckham, lo que es una mala noticia. El pie del inglés y su coraje especial se antojaban necesarios frente a un Bayern que apunta a la recuperación de Hargreaves para llevar el timón. Beckham le ha dicho a su médico: “He notado un crec”, refiriéndose al ligamento lateral interno de su rodilla derecha. Mal asunto, que puede durar hasta mayo. Baja de peso, por su fútbol y sobre todo por su carácter para un partido de hierro. Tampoco estará Reyes, con la misma lesión que Beckham pero en la rodilla izquierda e incluso un punto más grave. Y en el Chelsea es baja su capitán, John Terry, para recibir al Oporto en Stamford Bridge.
Fotos: Sport - AFP - EFE - Reuters.