
Arrigo Sacchi es un mito futbolístico viviente. El Milan de Sacchi se dice cuando uno quiere recordar un equipo fabuloso y legendario, el último que conquistó dos años consecutivos la Copa de Europa, una mezcla perfecta de contención italiana y eficacia holandesa. Sacchi construyó un gran equipo, pero sobre todo le insufló criterios que rompieron el paso de la monotonía que se había apoderado en el fútbol europeo. Milan de hierro y de fuego, combinación iniciática sobre la que se han desarrollado (o estrellado) todos los proyectos posteriores. Sacchi es un hombre amable y sincero, más analista que otra cosa tras sus decepciones de los últimos años, y es un honor que haya aceptado ser entrevistado por este blog.
Pregunta.- El Inter domina de forma espectacular el calcio. ¿Ese dominio es fruto del caso Moggi, de los fichajes o de la liberación interna de miedos?

El Inter tiene un buen entrenador, que adquirió experiencia en los dos años anteriores. Y el club cometió menos errores. Es un equipazo muy fuerte que juega una liga que no es como fue, sino muy poco equilibrada. No hay rivales o hay muy pocos.
P.- Pero eso puede ser malo a medio plazo...

P.- Algo parecido a lo del Olympique de Lyon en Francia.
R.- O en España, donde también ocurrirá. ¿Por qué? Por los derechos de televisión, que al dejar de ser colectivos y pasar a ser individuales provocará un gran desequilibrio económico entre clubes y pérdida de competitividad, por lo que es muy difícil mejorar. Sólo se mejora desde las dificultades.
P.- A usted, la actual defensa del Milan le debe poner los pelos de punta...

Pero lo fundamental es la actitud. Los jugadores del Milan tienen una actitud normal, una motivación normal, un espíritu normal. Y con actitud normal, en el fútbol moderno no vas a ningún lado. Eso mismo le ocurrió al Madrid hace cuatro años y conocemos los resultados. Y le ha ocurrido al Barça esta temporada.
P.- ¿Por dónde pasa la renovación del Milan: cambio total en la plantilla, llegada de cracks?


P.- Desde que en 1989 el Milan que usted entrenaba consiguió repetir título, ningún equipo logra ganar la Copa de Europa dos años consecutivos. Ha pasado demasiado tiempo como para creer en casualidades...
R.- No, no es casualidad. El mundo marcha veloz y es muy difícil repetir. Ya cuando nosotros ganamos en 1988 y 1989 habían pasado diez años sin que nadie consiguiera repetir título (Nottingham Forest, 1979 y 1980). Yo siento lo que ha ocurrido ahora porque el Barça es muy fuerte y tiene un juego atractivo, armonioso, hermoso, de una estética importante. Pero perdió la modestia y la alegría, su espíritu de equipo. Lo está pagando muy caro.
P.- Tres semifinalistas del año pasado (Barça, Arsenal e Inter) han caído en octavos. También otro favorito, el Olympique de Lyon, y también el Madrid, especialista en la Champions. ¿Queda algún favorito o veremos la sorpresa de algún tapado?

P.- ¿Adónde va el fútbol? ¿Hacia equipos muy defensivos, repletos de atletas que juegan al contraataque?
R.- El fútbol irá donde los clubes le permitan ir. El problema real del fútbol contemporáneo son los balances financieros. Si no son balances saneados y correctos tenderemos hacia la confusión y el lío. El miedo que yo tengo es que personas como Abramovich llenen el fútbol de valores que no son los idóneos, los ideales ni los creativos, sino puramente financieros. A nivel técnico, el fútbol irá donde señalen las exigencias de la gente. Creo que será hacia el fútbol total. Se atacará con muchos jugadores y se defenderá con muchos jugadores.
P.- Esa era un poco la propuesta del Barça el año pasado. Un mix entre el alma ofensiva holandesa de Rijkaard y la consistencia defensiva italiana que usted mismo le enseñó en el Milan.

P.- ¿Puede resurgir ese Barça?
R.- Puede hacerlo y deseo que lo haga porque era un equipo que sabía hacer casi todo bien. Pero hasta ahora ha sido una desilusión. Aún están borrachos de éxitos. Veremos cómo se recuperan de la resaca...

P.- ¿Eso mismo es lo que le ocurrió al Madrid de los galácticos?
R.- El Madrid tuvo un gran presidente (Florentino Pérez) en el aspecto económico, donde consiguió unos resultados extraordinarios. Y todo iba muy bien hasta que el presidente decidió ‘hacer’ de presidente. Ya me entiendes. A partir de ese punto llegó el lío total, donde se fichaban jugadores normales a precio de figuras sin pensar si eran necesarios, si podían adaptarse al equipo o si poseían afinidades humanas para convivir en ese vestuario. Todo eso provocó un grupo poco compenetrado.
P.- ¿Y ha sido buena opción apostar por el cortoplacismo de Capello y los fichajes veteranos?

Nota: Imposible actualizar hasta el lunes por la noche a causa del viaje. Lo siento. Agradeceré a los bloggers que informen de las novedades. Gracias.
Fotos: AP - ACMilan.com - Getty - AFP - Reuters - EFE.