1.- La alineación inicial dice varias cosas: que Guardiola aún sigue dispuesto a jugar sin un defensa central corrector. Tiene a sus tres correctores en el banquillo (Puyol, Mascherano y Abidal), hombres rápidos que van bien al corte y mezclan de cine con un central de buen pase y posición como Busquets (o Piqué). Tiene a sus tres correctores disponibles, pero usa a Fontàs para asociarle a Busquets. Esa mezcla de perfiles no ha funcionado casi nunca, salvo cuando la pareja fueron Piqué y Márquez. Si juega Busquets, a su lado necesita un velocista. Fontàs es la antítesis y equivale a sufrir en todos los balones largos y a perder la cintura en los pases cruzados. A cambio, ambos sacan el balón de lujo. Guardiola sabe todo esto de sobra, pero ha tomado esta decisión que, al final, se ha mostrado letal para el Barça. Debe tener alguna razón, pero la desconozco.
2.- También insiste en Keita de mediocentro de posición. Imagino que es para utilizarlo al máximo en el primer tramo de temporada ya que se irá a la Copa de África en enero y febrero. Pero Keita siempre tiene un pase de más, lo que en momentos de circulación rápida supone un problema. Un atasco.
3.- La línea adelantada de la Real es muy peligrosa para sus intereses como se ha demostrado en un par de minutos. En un par de goles. Pero, sobre todo, la misma jugada una y otra vez. Inicio en banda izquierda para que la Real basculara hacia esa zona, devolución a uno de los interiores (Xavi o Cesc) y pase bombeado por encima de la línea defensiva vasca. Dos goles y varias ocasiones en una jugada calcada sin cesar. Una y otra vez. La Real, ahogada en su propia propuesta.
4.- Con viento a favor, el Barça ha entrado en la zona de confortabilidad. El mismo estilo de juego que le sirve para superar tormentas lo emplea en ocasiones para entrar en esa zona de confort y dormir los partidos. Ha construido un rondo rectangular con Busquets, Fontàs, Keita y Xavi y ha dejado pasar los minutos mientras Agirretxe perseguía inútilmente el balón. Era la comodidad de vencer sin necesidad de remar, presionar ni pensar. Bastaba con seguir moviendo suavemente el balón de forma intrascendente en espacios neutros. El confort, el confort...
5.- Pero la zona de confort siempre genera una consecuencia negativa en quien la protagoniza: la desconcentración. Ahora mismo hay mil teorías en tertulias y portadas: el virus FIFA, la alineación titular, el banquillo de lujo, el color de la camiseta, la falta de ambición, en fin, las teorías habituales para explicar un resultado sorprendente. La realidad es más simple: bastan unos minutos de desconcentración colectiva o, incluso, individual, para estropear un partido que está ganado. Este error no es nuevo de hoy: el Barça lo ha cometido muchas veces, sea cual sea su ventaja en el marcador. Cuando se desconecta, no sólo comete errores más o menos graves, sino que se vulgariza. Pierde su singularidad futbolística.
6.- El fútbol es un proceso complejo donde la incertidumbre es factor capital. A base de portadas de periódico que repiten machaconamente pronósticos, favoritos y teóricas certezas, olvidamos este principio básico: el fútbol es incertidumbre. El mérito del equipo de Guardiola ha sido, en general, reducir al máximo dicho margen de incertidumbre, que sólo ha existido en episodios puntuales y siempre por la misma causa: la desconcentración en un momento determinado. En el fútbol, la concentración permanente es más importante que el dinero de las televisiones.
7.- La Real Sociedad ha dejado un aroma excelente. Demasiado arriesgado al tirar la línea frente a una fiera como la blaugrana, pero muy bien posicionado en todo el campo. Jugadores con sensación de conocer órdenes muy bien prefijadas sobre las acciones que cada uno debía interpretar, como el cierrre de pasillos interiores hacia Messi en cuanto ha salido el argentino. Sobre la dulzura de Xabi Prieto, la habilidad de Griezmann y el extenuante empuje de Agirretxe, me quedo con la presencia de Asier Illarramendi, 20 años de magnífico mediocentro de posición.
8.- Siete canteranos en el once titular de la Real Sociedad y dos más como recambio. El futuro de nuestro fútbol pasa por políticas de este tipo. Un ejemplo fantástico.
9.- Montanier: perdido en el primer tiempo por su decisión inicial de defender muy arriba, ha sabido corregir la posición, retrasar la línea y cerrar la vía de agua de los balones bombeados. Y ha añadido un matiz: pelotas largas y cruzadas contra el tándem Busquets-Fontàs, un martirio para la zaga barcelonista y otra cruz importante en la trayectoria de Fontàs, ya muy dubitativa desde que abandonó el manto protector del filial en el Miniestadi.
y 10.- El elogio debilita, por supuesto. Los generales victoriosos entraban en Roma con un esclavo susurrándoles al oído que eran mortales. Anoeta le ha susurrado eso mismo al Pep Team.
- Real Sociedad-Barça (Liga, 3ª jornada). 10-Septiembre-2011. Anoeta. 2-2 (Xavi, Cesc, Agirretxe, Griezmann)