domingo, noviembre 28, 2010

Elegidos para una incierta gloria

Todo el mundo verá el Barça-Madrid. ¿Todo el mundo? No, los dos últimos presidentes del Gobierno español no podrán verlo: sendos viajes han unido el destino de Zapatero y Aznar, que sólo sabrán del duelo a través del teléfono móvil. Ausencias de peso de dos grandes forofos: Zapatero ya ha pronosticado un 4-2 para el Barça. De Aznar sabemos por amigos íntimos que espera un revolcón del Madrid. Ausencias relevantes. Otra ausencia de peso es la del ex presidente Laporta a quien no vemos, porque la ley electoral lo impide, en esas fotografías hechas ayer en ese Camp Nou que fue suyo. Rey destronado sin acceso a palco. Curioso que los líderes principales que pelean hoy por el trono de la Generalitat se retraten en el estadio blaugrana, muestra de ese contrapeso que representa el Barça en la sociedad catalana.

Los pronósticos están claros. Zapatero dice que ganará el Barça (4-2); Esperanza Aguirre que lo hará el Madrid (1-2); y Rajoy se abstiene (2-2) como hace casi siempre en casi todo. He hablado con Esperanza Aguirre para que me explicara en qué fundamenta su pronóstico: “Cuando he dicho 1-2 para el Madrid no sabía que Zapatero había pronosticado un 4-2. Pero como en todas las radios madrileñas estaban dando la vara con que nos conformamos con un empate, pues he dicho que 1-2. Porque ¿qué es eso de empatar? Tenemos que ganar”. Ya ven que la presidenta de la Comunidad de Madrid nunca está en la onda que marca Rajoy.

Otro que no tiene dudas es el presidente del Parlament de Catalunya, Ernest Benach, que me atiende durante el día de reflexión y da un resultado rápido: “Un 2-0 sin ninguna duda”. Sus argumentos los dedica a esos dos mundos tan contrapuestos que son Barça y Madrid: “El modelo del Barça es una historia forjada hace muchos años. De joven, yo me enfadaba porque había poca gente de la cantera en el primer equipo y fue así hasta que se encontró una línea a seguir. Una cantera necesita tiempo y paciencia para dar sus frutos y aquí están hoy los del Barça. El Madrid no hará algo parecido porque su modelo es el del esplendor y la ‘grandeur’. El de ejercer de capital del Estado y ser el centro de todo. El modelo Barça se genera a largo plazo; el del Madrid, que ha tenido y puede volver a tener grandes éxitos, es cortoplacista. Son modelos opuestos que si los permutáramos seguramente fracasarían fuera de su hábitat natural”.

PEP & MOU

Esos dos mundos contrapuestos se ejemplifican en Guardiola frente a Mourinho; en Messi ante Cristiano; en el toque frente al contragolpe; en la cantera frente al cheque. Barça y Madrid son dos mundos. Dos mundos contrapuestos en una infinidad de materias de las que hablo con ambos presidentes. Menos futbolera, Esperanza Aguirre afirma sentir “admiración por Guardiola. Es fantástico, me gusta. Pero me identifico al máximo con Mourinho porque Mourinho es políticamente incorrecto. O sea, como yo”. Más metido en el fútbol, Ernest Benach profundiza en el detalle: “Mourinho es un grandísimo entrenador. Grandísimo. Y además de entrenador también es un personaje que se ha construido él mismo. Sabe utilizar todo un mundo de recursos como casi nadie: la ironía, la mala baba, la exageración en las formas… No me gusta el personaje, pero le reconozco su valía indiscutible. No es un entrenador que se limite a entrenar, sino que busca ser y es protagonista. Un tipo listo, sin duda”.

De Guardiola se confiesa metafóricamente enamorado: “Con Pep soy poco objetivo: es inteligente, trabajador y culto. Cultura y fútbol han sido siempre un matrimonio complicado. Pep es un pozo de sabiduría y un gran gestor de emociones. Es un ejemplo a seguir, no sólo para el fútbol sino para el país”.

Les pregunto a ambos presidentes por la crisis de liderazgo que vive la política (en las encuestas prácticamente todos salen malparados a cualquier nivel que miremos) y si Guardiola y Mourinho, precisamente dos grandes líderes en el fútbol, deberían servir de referencia. Esperanza Aguirre, que acaba de comerse un pan con tomate en Lleida y recuerda desde el AVE entre risas sus referencias a las ‘collonades’ (“Hay muchas collonades en la política”), es muy rotunda: “Tenemos mucho que aprender de ambos. Muchísimo”. Benach se extiende más: “No hay duda de que el liderazgo político en general está cuestionado por la ciudadanía. No sólo el político, sino también el empresarial, social y el del sistema en general. Del liderazgo de Pep emanan grandes lecciones: su sistema de trabajo, su capacidad de análisis, la labor en equipo, sus silencios en las entrevistas y sus palabras en ruedas de prensa. Claro que no podemos extrapolarlo todo: mal iría un político si se negase a conceder entrevistas, por ejemplo. Pero me apunto al estilo de Pep, su rigor, el no dejar nada al azar. El futuro pasa por ahí. Y creo que la generación de Guardiola, la de la gente de 35-40 años, nos dará grandes alegrías en el ámbito político”.

MOZART & SALIERI

Dos modelos opuestos lanzados a todo tren uno contra el otro. Con el máximo respeto por el rival, porque hoy es muy pequeña la diferencia de rendimiento entre Barça y Madrid o entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo, jugadores que llegan al mismo objetivo por caminos muy distintos: “Messi me gusta mucho –asegura Esperanza Aguirre-, pero Cristiano mucho más. Me encanta y, además, creo que todavía no le hemos visto en su máximo esplendor. Posiblemente, será este lunes cuando lo alcance”.

Esta vez no hay un David ni un Goliat, sino dos gigantes dispuestos a liarse a mamporros por la jerarquía. Si en el partido electoral de hoy las encuestas dan un favorito claro, un perdedor evidente, algún ascenso inédito y más de un descalabro, en el futbolístico de mañana las distancias se han reducido a la mínima expresión. El Madrid ya fue un rival formidable en sus dos últimas visitas al Camp Nou, pero ahora llega mucho más reforzado, rotundo, contundente y trabajado. Gladiadores de hierro mezclados con velocistas desbocados dirigidos todos ellos por un maestro de las artes escénicas. Un Madrid hercúleo, en suma. Jugando en casa, el Pep Team se vestirá con sus ropajes más sedosos y la ligereza etérea de las grandes citas. Equipo cuajado desde la frialdad emocional y un estilo indesmayable de juego: toco y paso, me muevo y combino, abro por fuera para acabar por dentro, vuelvo a tocar y mareo y adormezco al rival para aguijonearle en el instante inesperado. Todas las armas de Guardiola y Mourinho puestas sobre el rectángulo: violines contra tambores; arcos frente a jinetes; horizontales ante verticales; Wolfgang Amadeus Messi contra Cristiano Salieri…

Dos mundos tan distintos como distantes buscando dominar las olas del mar. Existen dos mundos y ambos caben perfectamente en este mundo.

- Publicado en Sport (28-XI-2010)