La contratación de Maniche por el Chelsea confirma que en el mundo del fútbol nadie es perfecto. Ni siquiera José Mourinho, excelente entrenador y magnífico gestor de plantillas. Y no lo digo porque la incorporación de Maniche sea mala, al contrario, ya que el centrocampista portugués es un excelente jugador que añadirá un plus de profundidad a un equipo ya espectacular. Lo digo porque Mourinho disponía el pasado verano de 11 centrocampistas, se desprendió de seis y ahora ha necesitado reclamar de urgencia a otro para tapar el hueco de Essien. O sea que el ‘mago portugués’ no es infalible.
Mourinho hizo muchos cambios en el Chelsea el pasado verano. Su equipo salió ganando potencia. Gastó mucho dinero en cuatro fichajes y recuperó algo en cinco traspasos y tres cesiones. El Chelsea de esta temporada es mejor que el del año pasado. Indudablemente. Pero cara a su enfrentamiento con el Barça en Champions, Mourinho ha perdido una pieza clave de difícil sustitución, aunque hay que reconocer que quizás sería peor si el que faltase fuera Makelele (el Chelsea se ‘gripó’ cuando estuvo ausente por lesión) o Lampard (que no ha faltado del equipo en 164 partidos).
¿Recuerdan lo que hizo Mourinho el pasado verano?
Fichó a Essien por 38 millones de euros al Olympique de Lyon; a Wright-Phillips (Manchester City) por 30,5; a Del Horno (Athletic) por 12; y a Lassana Diarra (Le Havre) por 4,5 millones. En total, 85 millones por un buen lateral izquierdo (Del Horno), un prometedor centrocampista defensivo también zurdo (Diarra), un gran centrocampista organizador (Essien) y un extremo diestro rapidísimo (Wright-Phillips). Además, el goleador Hernán Crespo regresó del Milan tras su cesión. En ese momento, Mourinho disponía de 11 centrocampistas.
El técnico portugués traspasó cinco jugadores: Tiago al Lyon; Jarosik y Forssell al Birmingham City; Parker al Newcastle; y Kezman al At. Madrid. Y cedió (o volvió a ceder) a los siguientes: Verón (Inter), Smertin (Charlton) y Nuno Morais (Marítimo). Salvo los delanteros Forssell y Kezman, el resto son centrocampistas, bien ofensivos, bien defensivos. Es decir, dejó marchar hasta seis centrocampistas en una decisión que ahora le ha costado fichar a Maniche para los dos partidos contra el Barça.
Añadamos algunos datos más: Tiago fue fichado por el propio Mourinho por 17,5 millones de euros, pero no fue titular en el Chelsea, aunque hoy sí lo es en el Olympique de Lyon, y además insustituible. Jarosik, centrocampista checo, llegó al Chelsea hace exactamente un año, también el mercado de enero, procedente del CSKA y por exigencia expresa de Mourinho, que peleó mucho por él pero sólo le alineó tres veces como titular. A Verón y Smertin ya se los encontró en el Chelsea (como a Duff y Joe Cole) pero si bien nunca contó con el argentino y renovó sus cesiones al Inter, por el contrario sí sacó buen rendimiento del ruso Smertin, titular indiscutible desde inicio de temporada y hasta el enfrentamiento contra el Barça, a partir del cual prácticamente desapareció del equipo sin que mediara causa conocida alguna. En cuanto al joven Nuno Morais, llegó al Chelsea en compañía del propio Mourinho y sólo fue titular en un partido de la Cup y suplente en otros tres antes de marchar cedido. Por último, Scott Parker, titular indiscutible en la Champions 2003-2004 y gran promesa inglesa, jamás contó para el entrenador luso.
Naturalmente, este balance podría hacerse de muchos técnicos y directores técnicos. Y sobre todo puede hacerse otro balance mucho más positivo de la estancia de Mourinho en el Chelsea: el de sus éxitos, que son muchos. Pero hoy he preferido señalar este aspecto poco conocido a raíz del fichaje de Maniche para cubrir el hueco de Essien. Me parece curioso que con 11 centrocampistas en la plantilla se desprendiera de seis y ahora haya tenido que reclamar de urgencia a otro más.
Referencias
- Maniche, al Chelsea
- El fichaje de Essien
- La plantilla de Mourinho