¿Qué equipos tienen auténtica pegada goleadora en la Liga española? El Barça, el Madrid, el Valencia y un poco el Zaragoza al contragolpe. Tras 21 partidos de campeonato, sólo tres equipos han superado los 32 goles a favor que es el número de tantos totales para un promedio de 1,5 goles por partido, promedio nada espectacular por cierto. Los tres equipos son los tres primeros clasificados: Barça (52 goles), Valencia (32) y Madrid (38). Este dato refleja la realidad de nuestra Liga. El Barça posee un ataque demoledor (prácticamente 2,5 goles por encuentro), el Madrid un remate correcto (1,8 de promedio) y el Valencia un acierto justito, apenas en el límite (1,52 goles/partido). El resto anda por los suelos en eficacia rematadora (el Cádiz es colista en este aspecto, con 0,76 goles), circunstancia fundamental para comprender que el Barça puede sestear, dormir y tontear cuanto quiera en partidos como el de ayer en Mallorca porque sabe que cuando enchufa el acelerador de partículas rematadoras le hace un roto a cualquiera. La teoría del colega Molidevent de que el Barça siempre marca dos goles como mínimo por partido no es una ‘boutade’, sino una certeza: en los 21 encuentros ligueros ha marcado dos o más goles en todos salvo en dos (el 0-0 inicial contra el Alavés y su única derrota, 2-1, ante el Atleti). Item más: de sus seis partidos de Champions, en cinco logró dos o más goles y sólo falló en campo del Panathinaikos (0-0). En los tres partidos de Copa lo ha conseguido en los tres. Así pues, en 30 partidos ha logrado marcar dos o más goles en 27 de ellos.
El Madrid no puede ofrecer un resultado parecido, pero su pegada resulta igualmente demoledora. Anoche, el Celta dibujó un partido espléndido en combinaciones, desarrollo y planteamiento, pero fracasó totalmente en el remate. Es un equipo lúcido y brillante, con jugadores prometedores como Oubiña o Silva, pero ha logrado sólo 23 goles en 21 partidos. Para conseguir su tanto, los célticos necesitaron fabricar diez ocasiones. El Madrid marcó su gol en su primer disparo a puerta. Esa es una diferencia rotunda que sentencia partidos y acaba decidiendo la clasificación liguera.
Así que vista la pegada goleadora de unos y otros hay que prever un tramo final de Liga similar al de ayer: un Barça ordenado y dirigido por Deco con apariciones fugaces de sus delanteros (cuando Etoo regrese querrá recuperar los goles perdidos) y un Madrid muy distinto al de Luxemburgo, teoría que sostengo ante mis críticos porque creo firmemente que López Caro le ha insuflado tres parámetros decisivos: una actitud comprometida y luchadora; un posicionamiento coherente de los jugadores (salvo la ‘boutade’ de colocar a Beckham de lateral); y sangre joven con hambre de gloria (Cicinho, Sergio Ramos, Robinho). No es un Madrid brillante y espectacular, pues continúa con intermitencias e irregularidades. Aún se rompe por el centro y se defiende con desorden y agonía. Pero es mucho mejor que el de Luxemburgo, aunque esté a más distancia del Barça. Siete victorias y un empate en lo que va de enero (16 goles a favor, 4 en contra) es un balance rotundo e indiscutible. Incluso Robinho es otro muy diferente ahora que ha perdido a su “padre protector”.
Referencias
- López Caro hace autocrítica
- Ejercicio de supervivencia
- Al Barça le va a sobrar Liga
- 20 goles más que el Valencia
- Una portada inoportuna
