Que Carlos Bianchi estaba fracasando en el Atlético de Madrid era tan evidente como brillante es su historial. ¿De quién es mayor responsabilidad este nuevo proyecto fallido, del entrenador o del club? ¿Del técnico que no ha sabido comprender el entorno difícil en que se hallaba o del club conflictivo y problemático que lleva décadas sin cuajar un proyecto? No tengo respuesta válida, pero todo apunta a que Bianchi no acertó con ninguna tecla que tocó, pero no es menos cierto que donde él ha fracasado antes lo hicieron al menos dos docenas más de afamados entrenadores de todos los estilos y talantes. Veremos qué pasa con el próximo, sea Victor Fernández, Irureta o el provisional Pepe Murcia.
Por si acaso, recupero el estudio de un grupo de investigadores de la Universidad belga de Gante. En su departamento de ciencias deportivas estudiaron 103 cambios de entrenador en primera, segunda y tercera división de Bélgica, desde 1998 hasta 2003, y compararon los resultados obtenidos en los cuatro partidos previos a una destitución y los cuatro posteriores. Como promedio, los entrenadores eran cesados cuando en esos cuatro partidos se desplomaba el promedio de puntos obtenido a lo largo de la temporada. Y también como norma, el nuevo técnico obtenía mejores resultados en los primeros cuatro encuentros... para después volver al promedio de la temporada. Es decir, en la mayor parte de los casos el cambio no sirvió para mejorar el rendimiento a medio plazo. Compararon esos resultados con los de otros equipos que también pasaban por malas rachas, pero no cesaron al entrenador, y estos fueron mucho mejores. Las conclusiones reflejaron que el despido de los entrenadores es ineficaz y caro.
Referencias
- El cese de Bianchi
- Finiquito importante
- Despedir es ineficaz y caro