Repasen la siguiente alineación: César - Geremi, Walter Samuel, Iván Campo, Milito - Makelele, Rivera, Cambiasso - Morientes, Etoo y Owen. En el banquillo como suplentes: Solari, McManaman, Flavio Conceiçao, Munitis, Anelka, Portillo, Valdo y Figo.
Efectivamente, es el Madrid que nunca podrá alinear Florentino porque les despidió a todos. Junto a seis entrenadores (López Caro firmó ayer su alta y su baja al mismo tiempo, "entrenador para un puente"). Más lo que llegará. Pero, ¿y ahora qué? ¿y ahora quién? No pregunto quién será el nuevo entrenador, que poco importa, sino ¿quién limpiará el establo? ¿quién hará correr a los chicos como reclaman Beckham y Pablo García? ¿quién pondrá orden en el caos, dibujará un esquema sensato sobre el campo, les hará entrenar con ganas y sentir como un colectivo?
Pero no es sólo el entrenador o este presidente. En los últimos veinte años un club como el Madrid que presume de estabilidad ha utilizado 17 entrenadores, el doble que el Barça, a un promedio de 14 meses por técnico. De los 17 entrenadores, sólo dos (Beenhaker y Del Bosque) han superado los dos años en el banquillo. El resto apenas ha estado once meses, justo lo que Luxemburgo. Y estoy analizando un período muy largo, veinte años (1985-2005). ¿Estabilidad? Repasen la lista de jugadores que les he indicado. Todos fueron despachados por Florentino. Ahí hay centrocampistas de talento donde escoger: Makelele, Rivera, Flavio, Cambiasso, Solari, McManaman. Y delanteros con gol: Etoo, Morientes, Owen, Figo, Munitis, Valdo, Portillo, Anelka. ¿A esto se le llama gestionar un club o dilapidar los activos?
Referencias
- Los entrenadores del Real Madrid
- Los entrenadores del FC Barcelona