lunes, diciembre 05, 2011

Balón contra espacio

En la previsión de la temporada, el enfrentamiento previsto era el de la pausa contra el vértigo. El Barça representaba la pausa y el Real Madrid, el vértigo. Aquellas características se mantienen, pero otras se han añadido, hasta el punto que hoy podríamos decir aún con mayor énfasis que el Barça se ordena a partir del balón, en tanto el Madrid lo hace a partir del espacio.

Con un mismo objetivo: dominar al rival y vencerle. El Barça se comprende desde el cuero. Lo quiere para organizarse y desarrollar un estilo de juego, el de posición, que es un modelo construido. Entendámonos: no es que las jugadas estén prediseñadas, pues eso significaría que hablamos de autómatas. Lo construido son los conceptos vitales: buscar superioridad tras cada línea de presión, generar hombres libres de manera constante, conducir sólo para atraer, buscar a los lejanos, entender la posesión como mera herramienta, abrir por fuera para concluir por dentro… Conceptos que configuran un estilo construido que adquiere su sentido cuando todos los protagonistas cumplen dichos preceptos y, a partir de ellos, dejan volar su talento.

En el Real Madrid, el espacio es el origen y el final del juego. El balón es un pretexto para ordenarse a partir de los espacios que se generan con los movimientos individuales. Su estilo está menos construido, en el sentido de la profundidad de los conceptos básicos, lo que permite una mayor variedad de acciones y también otorga más libertad a los intérpretes. Es otro modo distinto de establecerse en el campo y de originar la superioridad que concluirá en triunfo.

No advierto ninguna supremacía moral, ética ni siquiera estética de un estilo sobre el otro. Son dos y diferentes, bastante opuestos en origen y desarrollo; radicalmente distintos en cuanto al núcleo central que los define (uno el balón, otro el espacio). Cada aficionado al fútbol está legitimado para enamorarse de uno u otro, según sus gustos, dado que ambos lo interpretan con maestría. El sábado, la partitura parece más que antitética: el Barça intentará quitarle el balón al Madrid para evitar que corra y dejarle sin espacio vital; el Madrid buscará arrebatarle el cuero al Barça para dejarle sin su alimento.