1.- Trapecio en el centro.
Busquets con Xavi en la base; Iniesta con Cesc en las puntas del trapecio.
Extremos abiertos, estirando la lona, conviviendo con la cal y la primera fila
de las tribunas. Los de fuera estiran la defensa del Levante hasta descuartizarla
y los de dentro mueven para desordenar. Cuando el rival parece maduro llega la
orden: ahora, dice Xavi (o lo dice Iniesta o Messi, según vaya). Y es entonces, en ese momento. Zas.
2.- Amplitud para ser
profundo. Los de atrás colocan la base en el centro del campo, donde Busquets
lleva el timón y Xavi, las llaves del barco. Los extremos tiran para afuera y
los cinco de dentro construyen una circulación veloz y precisa. Juntan y juntan
al Levante, como quien reúne a las ovejas en una zona concreta, hasta aturdirle y le rematan por el lado opuesto.
3.- Andrés Iniesta: de
repartidor de caramelos a fabricante de chocolatinas. Donde antes daba asistencias ahora construye pausas para reunir, amartilla las pistolas y diseña los pasillos para el gol. Conoce tanto los secretos del jeroglífico que no precisa mirar para acertar: sabe dónde está cada lancero y en qué orientación necesita recibir el balón. Un taconazo suave, un desvío ingrávido. Andrés Iniesta, la fábrica de chocolate.
4.- Mascherano simboliza la
necesidad de aprender un estilo de juego aunque eso signifique pasarse dos
meses sin jugar, sólo entrenando y reeducándose. Desaprendiendo para comprender
otro idioma. Ya lo habla de corrido y sólo le falta perfeccionar el momento de salir a banda
para cubrir a su lateral.
5.- Cesc Fábregas no es aún
el que fue en la Premier. También está adaptándose a otro modo de jugar, el que
aprendió de niño. En el Barça no posee influencia en la base de creación, pero
su aportación en llegada es descomunal. El doble Messi, dos falsos 9 permutándose en vertical. Ahí sí es el de la Premier. Llegando y
abriendo canales para la aparición del compañero. Mucho mérito de su paso por Londres.
6.- Descarado Cuenca, el extremo guardioliano. Un chico
sin titubeos ni temores. En el cielo, en el filial o cedido: su pasión es el fútbol
y desde esa premisa ha aprendido a dejarse la piel por cumplir las
instrucciones. Hasta que aparece el instante que exige inspiración y, en eso,
también es certero y eficaz. Los utilleros tendrán trabajo para quitarle la cal
de los tacos.
7.- Segundo tiempo con tres
modificaciones interesantes: Alexis al centro del ataque; exhaustiva presencia
de Iniesta, Messi, Cesc y Xavi entre líneas; y utilización del contraataque
como recurso. La reubicación de Alexis ha fijado a los centrales y provocado un
vacío enorme en la zona de tres cuartos, por donde se han enseñoreado los que
viven entre líneas, los reyes de las espaldas rivales. Los okupas.
8.- Alexis se crece. Aún no domina todos los conceptos del juego blaugrana, con lo que posee un amplio margen de mejora cuando comprenda el momento de ir dentro y el momento de quedarse fuera. El pequeño retorno de Pedro le aporta al equipo la efervescencia de quien sí domina todas las claves de este estilo de juego aunque no esté en forma. Del contacto y la imitación de Pedro saldrá el mejor Alexis.
y 9.- El juego de posición
exige vivir entre líneas para generar superioridades. El antídoto es cerrar
esos espacios y evitar su utilización, pero en el Barça habitan varios de los
mejores okupas de espacios vacíos. Los okupas de la entrelínea. Donde se crean
las diferencias y se fabrica el chocolate.
- Barça-Levante (Liga, 15ª jornada). 3-Diciembre-2011. Camp Nou. 5-0 (Cesc, Cesc, Cuenca, Messi, Alexis)