domingo, octubre 16, 2005

Nada nuevo por la capital

El primer efecto benéfico del proyecto de Estatut de Catalunya se dejó sentir a las pocas horas de su aprobación en el Parlament y su aterrizaje mediático en Madrid. Fue aprobarse y empezar a llover en toda la nación de naciones, reseca y sedienta hasta entonces. Es cierto que el beneficio ha sido asimétrico, pues mientras en Murcia seguían sin ver ni una gota, en el Empordá se han ahogado literalmente, aunque eso más que con el Estatut tiene que ver de forma directa con los rayos y truenos infinitos lanzados desde las ondas episcopales por los viejos belcebúes de la caverna. Uno tiene ya piel de cocodrilo después de 13 años en Madrid, pero aún me estremezco ante la furiosa connivencia entre obispos desenfrenados y demonios tertulianos que azotan la piel de toro con su fundamentalismo rancio.

Web 'ejemplar'.- Claro que esas reacciones no deberían alterarnos por previsibles, como previsible ha resultado el derby madrileño, copia esmerilada de los últimos, como bien ha escrito ese gran medio de comunicación llamado web del Real Madrid, que en otro inmenso esfuerzo de ecuanimidad advertía ayer: “Triste mensaje para los rojiblancos, que siguen sin ganar en el Siglo XXI al mejor equipo del Siglo XX”. La web no cita al árbitro del partido, a quien hace unos días tachó de “reconocido seguidor del Barcelona y protegido (...) de Sánchez Arminio”, y a quien el 24 de abril dedicó un informe completo bajo el título: “El árbitro de los siete pecados capitales”. Ejemplar.

Ronaldo, como nunca.- Bien, pues el mejor equipo del Siglo XX sigue como solía: todos atrás y Ronaldo con la caña preparada. En cuanto el rival se propasa un pelo, ahí aparece Casillas para frenar cualquier mal. Y cuando peor pintan las cosas para el Madrid, el ‘gordito’ la enchufa. Yo ya no sé si es bueno o malo, triste, ridículo o simplemente una tomadura de pelo, pues el Madrid de hoy es uno de los equipos más vulgares de la Liga española, pero sin duda el más efectivo. Eso es un mérito. Y no pequeño a la vista de que el mejor Barça de la temporada se deja arrebatar su botín incluso por el peor Depor de la década.


Torres, como siempre.- Entre tanto, ya se puede confirmar que Fernando Torres padece ‘congelación de puntería’ cuando no se enfrenta al Barça o a San Marino y que Robinho sufre una galopante anemia espiritual, que le ha convertido de ‘revulsivo imprescindible’ en suplente habitual, papel al que también está destinado Salgado ante la eclosión de un Diogo fenomenal. Helguera lo tendrá más fácil: por Navidad, a Inglaterra.