Cuando la maquinaria del Barça se pone en marcha su fútbol se convierte en un rodillo. Eso no es nuevo, pero sí es nuevo esta temporada. Pero junto a virtudes gigantescas, los de Rijkaard también han mostrado algunos defectos a corregir. Hago unos apuntes:
Virtudes: Fútbol de conjunto, colectivo, compacto, unido. Presión a la defensa contraria, sin lagunas, sin descanso, apretando muy arriba y con las líneas juntas, borrando aquellos grandes huecos de principios de Liga por donde se colaban todos los rivales y convertían la defensa en un queso gruyére. Buen 'tempo' del partido, sea para atacar, para defender o para entretener, que no hay que correr 90 minutos sin sentido. Enfocado hacia la portería contraria. Gusto por el balón, por la estética y el espectáculo. Creación constante de acciones potenciales de gol. Destaco por encima de todos a Van Bommel, directo en ataque y espectacular cortando contraataques, y un peldaño por debajo a Giuly e Iniesta. Ronaldinho: caso aparte. Por mí puede empezar donde quiera, izquierda, derecha o adjunto al portero, pero cuando es más eficaz es como media punta ofensivo por el centro. Ahí es demoledor.
Defectos: La ineficiencia, es decir, el ratio entre ocasiones de gol y goles efectivamente logrados. Produce urticaria. El Barça es uno de los equipos más ineficaces de Europa aunque probablemente el que crea más ocasiones de gol por partido, lo que maquilla esa ineficacia. Pero debe mejorar escandalosamente dicho apartado. Excepción a esta regla: Larsson, casi a gol por remate. En Europa, los "grandes" tienen una eficacia aplastante (véase post anterior de hoy mismo). Si quiere ganar la Liga e ir a por la Champions debe corregir esta deficiencia, especialmente Etoo y Giuly, demasiado revolucionados. Otro defecto: la indolencia de algunos en algunos momentos (Ronaldinho, por ejemplo). Demasiada indolencia acaba en soberbia y vanidad. Y con indolencia no se gana al Getafe.