Ocho partidos, ocho victorias. Balance de la Juve de Capello. Quince goles a favor por sólo dos en contra. Unos datos espectaculares. Pero una grisura infinita, un juego plomizo, un fútbol rancio. El 'catenaccio' elevado a la máxima expresión. Imposible apasionarse con esta 'vieja señora', salvo destellos esporádicos de Ibrahimovic.
El Milan es otra cosa. Brillante, talentoso, filigranero, genial, pero ya a 5 puntos de la Juve. Triste liga la italiana, donde el premio es para el que amordaza el talento.