martes, agosto 31, 2010

El verdadero problema con Ibra

Todo colectivo se enfrenta a un dilema trascendental: el de elegir entre los dos caminos que, invariablemente, se le abren al frente. Entre el conjunto o los egos, el Barça de Rijkaard nunca tomó una decisión hasta que llegaron los éxitos y ya no hubo dudas: las individualidades decidieron seguir su camino y el colectivo perdió el pulso. Rijkaard llamó a eso “autogestión”, pero en realidad quería decir que el ego de las estrellas mandaba sobre el conjunto.

Derrumbado aquél castillo de naipes llegó Guardiola y desde el primer día mostró otra vía: fuera los egos. Dijo aquello de que le sobraban Ronaldinho, Deco y Eto’o y en doce meses despidió a los tres. Empleó muy mal las palabras, algo curioso en quien maneja tan certeramente el verbo, y usó aquella melonada del ‘feeling’ por no decir la verdad: que Eto’o quería ser el capitán general del vestuario y ponérselo por montera pues sólo pensaba en sí mismo. Esta es la realidad, por más excelso y fantástico que continúe siendo como goleador.

El Barça que ganó seis títulos en un año lo hizo desde la humildad. Ya no era un colmado de egos, sino un grupo de futbolistas con el ego colmado. Sin dilema: el camino era el sacrificio individual en beneficio de un grupo que casi es una secta. Sin esa decisión, ni siquiera el inmenso talento de los jugadores habría reportado tantos triunfos. Más tarde, se equivocó de nuevo Guardiola al creer que Ibrahimovic respetaría el camino elegido. Ibra es un gran jugador, pero de ego incombustible.

No sabemos si las comprendió, pero nunca aceptó las reglas del juego y puso su ego por delante. Mourinho intenta domar el ego de sus cracks colocando el suyo propio por encima del de sus jugadores, en una sobreexposición mediática, gestual y pragmática. Guardiola busca reducirlos a la mínima expresión empezando por el suyo, hasta el punto que ha necesitado estar acorralado contra las cuerdas para decir en público quién manda aquí.

Un jugador ex compañero de Ibra nos explica con sus propias palabras cuál ha sido el verdadero problema: “En este equipo cada uno debe renunciar a lo que es por el bien del grupo y ese es un sacrificio muy difícil de llevar a cabo. Hay que adaptarse a lo que necesita el equipo. En el Barça, cuando el balón está en una zona del campo el equipo sabe que ha de tener una disposición concreta. Si cambia la zona donde está el balón, cambia la disposición de todos. Hay unos criterios establecidos y todos participamos de todo. Nadie está excluido, menos Ibra, que se autoexcluía porque no participaba. Cuando no tenía el balón ni participaba ni cumplía las instrucciones. Y cuando tenía el balón hacía sus piruetas y no cooperaba con los demás”. ¿Se entiende ahora por qué debía irse?