sábado, agosto 28, 2010

El éxito estará en la austeridad

Excepto el Jeque Mansour, que ha destinado 795 millones de euros a comprar acciones del Manchester City (invirtiendo en dos años más de 365 en fichar jugadores), el resto de clubs europeos se mueve entre la austeridad, el ahorro o la pura miseria. Nos sorprendemos porque el Hércules ha fichado nada menos que a ocho futbolistas de una tacada (y alguno de renombre, como Nelson Valdez), pero en realidad sólo ha invertido 5,9 millones en total. La Real Sociedad explica que ha tirado la casa por la ventana... porque su inversión se eleva a 4,2 millones y aún pretende hacerse con un futbolista del Rosenborg por el que ofrece... 150.000 euros. Qué decir del Valencia, que no ha liquidado al utillero de milagro: Villa, Silva, Zigic, Marchena, Alexis... Hay equipos de Primera que para reforzarse han invertido 800.000 euros, como el Sporting o incluso sólo 100.000, como el Racing, aunque la primacía en este ranking de la austeridad se la llevan Mallorca, Depor y Levante, tres entidades con el agua al cuello, que han gastado cero euros. ¡Bienvenidos al mundo real!

Salvo los futbolistas de élite, sus pintorescos representantes (pido perdón a los que no sean pintorescos por emplear este calificativo) y algún presidente actual o recién retirado, el resto del fútbol español parece haber comprendido que no se puede estar viviendo de espaldas a la realidad, a la brutal crisis económica que nos sacude. Que el fútbol no puede seguir en ese carrusel enloquecido de millones que sólo sirve para arruinar clubs y enriquecer a unos pocos cracks y sus “sufridos” mánagers. Y no sólo es España.

Hace ya tiempo que en Italia penalizan la mala gestión: este curso, veinte equipos han sido descendidos por falta de viabilidad económica. Y si la “operación Ibra” se realiza no es porque el Milan tenga dinero fresco, sino porque Berlusconi sí lo posee y también una necesidad acuciante: en breve deberá convocar elecciones generales anticipadas y ya sabemos de cuando el fichaje de Ronaldinho que acostumbra a ganarlas con golpes de efecto futbolísticos. Ibra es otro de ellos. El fútbol francés está en quiebra general: la temporada pasada, los clubs de Ligue 1 perdieron 140 millones de euros. Varias entidades peligran en Alemania. Sólo Rusia e Inglaterra parecen no percatarse de la gravedad del momento, con sus multimillonarios realizando fichajes tan faraónicos como incomprensibles aunque eso se irá acabando y fiascos como el del Portsmouth lo atestiguan.

El futuro exitoso será para aquellos clubs que gestionen la austeridad con acierto, que sepan medir la economía con precisión y se olviden de las grandes fantasías mediáticas. El globo se ha pinchado por más que algunos sigan soplando como si nada.

* Contraportada diario Sport (28-VIII-2010)