sábado, agosto 27, 2011

Barça-Oporto (Supercopa Europa) 2-0

1.- Seguro que hay razones poderosas y razonables, pero la ausencia de Busquets en el mediocentro es como levantar un muro de hormigón en la salida de balón del Barça. Sin Piqué ni Busquets, esa salida se empina, dificulta y acumula obstáculos.

2.- Mascherano y Abidal centrales > no había otra opción posible tratándose de una final. Pero con Keita forman un “trío de plomo”, la antítesis de la salida limpia de balón, que parece quemarles. Posiblemente no había solución mejor si Pep no quería contar con Busquets. Damnificado también Valdés, que sin sus socios habituales no ha combinado bien con los pies, aunque ha sido vital, como en todas las grandes ocasiones.

3.- Busquets > posibles causas: baja forma física; secuelas del golpe sufrido en la selección (orinó sangre); confianza inmensa en Keita y empeño en su reconversión al mediocentro (Pep ha logrado hazañas tácticas inverosímiles; quizás también consiga este milagro); incluso cabe pensar en un pequeño toque de atención para que recupere tensión competitiva y concentración.

4.- Consecuencia > Xavi ha tenido que retrasar 15 metros la posición para recoger el balón. Su viejo oficio de “aguador”. Eso ha hecho retroceder también a Messi y facilitado la presión alta del Oporto, cuyos centrales se han plantado en el círculo central. A cambio, un pase filtrado rompía con facilidad las líneas portuguesas.

5.- En tiempos de zozobra, en noches duras o en estados de baja forma, y el Barça está en baja forma porque aún se halla en plena pretemporada, el estilo de juego es el salvavidas. Cuando las circunstancias son más difíciles es cuando el Idioma Barça tiene más importancia. Es frente al oleaje fuerte cuando el salvavidas adquiere todo su sentido. En esos momentos aparecen los Barçablantes: Xavi, Iniesta, Messi, Pedro, los que aprendieron en La Masia esta forma de jugar y se agarran a ella. El estilo es la brújula que marca el camino, la vela que rompe la oscuridad, lo que les ha permitido salir vivo de dos leones formidables (Madrid y Oporto) y batir todos los récords.

6.- La electricidad de Pedro ilumina la noche. Presiona sin descanso, se le unen Villa e Iniesta, generan un error y Messi lanza su requiebro imposible. El resto ya consiste en conservar el balón hasta que aparezca el viejo socio de Messi. En los principios de siglo, Messi y Cesc ya perpetraban esas mismas diabluras del segundo gol. Además, Fàbregas es hoy un cruce de dos sangres: el toque de La Masia más el ímpetu de la Premier. El cuchillo que corta la mantequilla.

y 7.- Y Messi
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- Barça-Oporto. (Final Supercopa Europa). 26-Agosto-2011. Stade Louis II Mónaco. 2-0 (Messi, Cesc)