sábado, mayo 12, 2007
Brillante lección de competitividad
Vuela el Madrid. Año y medio después se ha vestido los galones de líder y lo ha hecho con todo merecimiento: una derrota en los últimos trece partidos. Cualquier cosa menos casualidad. Y se ha vestido de gala precisamente en una noche épica (4-3) en la que le ha tocado remontar lo impensable: tres goles de Pandiani, hat trick estéril, recital del contragolpe espanyolista. A partir de una excelente condición física y cuatro ideas futbolísticas muy claras, el Madrid ha exprimido lo mejor de sí mismo en una lección brillante de competitividad, lección de actitud, ansias de triunfo, autoconfianza, ambición y espíritu de solidaridad colectiva. El homenaje de Van Nistelrooy a Higuaín sosteniendo en el aire su camiseta tras el cuarto gol certifica que Capello tenía razón: el Madrid ha dejado de ser un coro de solistas y vuelve a ser un equipo.
Equipo con defectos, como todos, capaz de armarse defensivamente con mucha seriedad y ser demolido en dos contragolpes de libro en los cuales su lateral zurdo andaba desaparecido y sus centrales cubrieron sin acierto. Durante un largo rato, el Espanyol de los suplentes (magnífico el chaval Ángel, otra futura perla) ha sido la horma del zapato de Capello: ha plantado el autobús y roto al contraataque. Guti (siempre mejor de revulsivo que de titular) que pierde un balón donde no se debe, Jónatas a Rufete, autopista por banda derecha, centro a Pandiani, gol. Por duplicado.
Ni con esas se ha dejado ir el Madrid, con RVN sumando goles, pero el tercer tanto perico parecía ya demasiada carga para un equipo que había desperdiciado las anteriores doce ocasiones de colocarse como líder esta temporada. Pero del vestuario ha salido un conjunto con ganas de ser campeón. Ambicioso, directo, competitivo, el Madrid del espíritu ganador. Con los mismos defectos habituales, pero yendo a por el partido: 24 remates, trece ocasiones de gol, equipo desbocado, expuesto a que el Espanyol le volviera a machacar, Casillas providencial ante Luis García. Madrid encabritado, monumento de coraje remontando una, dos, tres veces hasta lograr un triunfo agónico que no sabemos si valdrá la Liga, pero que evita despedirse de ella antes de hora. Por si acaso, mientras escribo suenan ya los claxones de quienes cruzan la Cibeles.
Fotos: EFE - AP.