Ancelotti apunta que jugará el 4-3-2-1 que tan buen resultado le dio en Munich. O sea con Pirlo guiando las maniobras, Gattuso y Ambrosini cubriéndole las espaldas y Kaká y Seedorf flotando por detrás del solitario Inzaghi. Muy de Ancelotti. El Milan aparenta una cosa y acaba jugando a otra. Si observas a Seedorf le ves trotar desangelado por el campo, como desganado, ausente, hasta que de pronto se enchufa, levanta la cabeza, quiebra la cintura de su par y agita el partido. Así es el Milan. Parece que no está, pero está. Milan eterno.
Ha llovido toda la mañana con intensidad en Milán. Ahora está aclarando. Los de Ancelotti se han entrenado suavemente a mediodía en Milanello sin Maldini, rodilla maltrecha, pero con Gattuso. El Milan tiene alineación previsible; el Manchester juega con las dudas: ¿Vidic? ¿Ferdinand? Ancelotti disputa su cuarta semifinal en cinco años. Veamos: nadie más ha hecho nada parecido en este siglo. Cuatro semifinales en cinco años. Claro que enfrente está un caballero que no ha perdido jamás una eliminatoria europea en la que su ManU hubiese ganado el partido de ida. 
Nadie habría apostado un euro por Milan y Manchester en el mes de agosto. Bueno, seguro que saldrá algún gurú diciendo que él ya lo predijo, pero vamos, Milan aún no había digerido una sanción traumática, la sensación (que se mantiene) de fin de generación y la pelea milagrosa por clasificarse para la fase de grupos de la Champions. No tenía razones para soñar con Atenas. Ferguson, tampoco. Rooney amenazaba a Cristiano Ronaldo, Carrick era un melón lesionado por abrir, Giggs y Neville unos veteranos sin porvenir. Vaya por Dios. Pues ahí están todos ellos, hechos un cañón y a por la triple corona. Alineaciones confirmadas:
Milan: Dida - Oddo, Nesta, Kaladze, Jankulovski - Pirlo, Gattuso, Ambrosini - Kaká, Seedorf - Inzaghi
Manchester United: Van der Sar - O'Shea, Vidic, Brown, Heinze - Carrick, Scholes, Cristiano Ronaldo, Fletcher, Giggs - Rooney
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