1.- El Real Madrid vuelve a
los parámetros de juego que tan buen resultado le dieron en los últimos meses:
Xabi con guardaespaldas (esta vez, Lass); salida lavolpiana de balón, con laterales
montados en campo contrario; enganche que dirige todas las operaciones en el
frente de ataque; y doble falso 9 fijando a los cuatro defensas por los
pasillos interiores. Vuelve a sus goleadas.
2.- La novedad es que Di María
ocupa el rol de Özil, víctima de su discreta actuación en el Clásico. Y el
argentino es otra cosa: no tiene la suavidad de terciopelo del alemán, pero a
cambio posee una intensidad que le hace formidable. Aparece, interviene, se
desgasta, cruza y asiste con puntualidad de relojero suizo. En la banda, sus
virtudes son notables; en el enganche, resultan diferenciales.
3.- Al ocupar Di María el
centro, su rol en banda es para Callejón, fruto del mérito demostrado en
pasados encuentros. El canterano posee la misma efervescencia que el argentino,
pero con repertorio más reducido aunque suficiente para rendir. Y cada vez que
está, llega su gol, valor clave en estos tiempos.
4.- Con estos parámetros, el
Madrid vuelve a sentirse cómodo. En fase defensiva, como mínimo seis hombres quedan
detrás del balón, más la ayuda de Di María y Callejón. En fase ofensiva, sólo
se quedan tres atrás y el resto inclina el campo contra el área rival. El
Sevilla ha manejado bien el balón en el primer tiempo, con criterio, pero no le
ha bastado ante la rotundidad de las acciones madridistas frente a la portería de
Varas.
5.- El primer gol de
Cristiano Ronaldo es un monumento a la visión de Di María, con un memorable pase
combado con el exterior del pie. Lo ha ejecutado desde el eje central, metiendo
el balón entre los defensas para que llegara a botas del portugués. Y la
posición de éste y de Benzema es otro paradigma del doble falso 9, incrustados ambos
entre lateral y central de cada banda, derrotados de antemano los cuatro por la
posición ingrávida de ambos puntas, innovación táctica de este curso.
6.- Con el gol a favor, el
Madrid adopta su “otra” piel, la del equipo replegado. Y le ocurre lo que
tantas veces: el Sevilla le domina hasta encajonarle en el área pequeña. Los
resultados positivos parecen darle la razón al equipo blanco, que sufre y
recibe remates fenomenales, pero encaja los golpes en el hígado de Casillas sin
caer noqueado. Casillas, tantas veces criticado por parte de los aficionados: que si
sus salidas, que si sus despejes, que si su juego de pies… Casillas monumental,
el de los reflejos de águila.
7.- Di María asiste para el primero
y para el segundo. El tercero es un cañonazo fuera de serie de Cristiano
Ronaldo, que recibe un caramelo de Benzema previo robo de Di María: descomunal disparo desde lejos que se va alejando de Varas,
impotente ante el uppercut. Un bazooka en la pierna, mira telecóspica en la
retina, imparable mordida de tiburón.
8.- El cuarto es Di María en estado puro,
justo cuando el oxígeno empezaba a faltarle, víctima de la fatiga por su viaje
transoceánico. Se ha lanzado como un torpedo por la vacía banda izquierda y concluido
con el empeine exterior, en un golpeo prodigioso, cerrando un partido
excepcional.
9.- Excepcional Benzema: el
delantero silencioso. No hace ruido ni levanta pasiones, pero su movilidad es
inigualable. Lee las jugadas con antelación y elige siempre el movimiento
adecuado: se acerca o se aleja, pasa o cruza, siempre con tino, siempre con sentido. Este hombre es
un fenómeno del movimiento envasado al vacío. Di María y Benzema, pareja salvaje.
10.- Pepe, como tantas otras
veces, en su negra versión. Marcelo, sombra de sí mismo como en aquellos días que se enfrenta a sus fantasmas, esta noche contra Navas. En conjunto, salvando el
permanente rigor táctico de Arbeloa, la defensa madridista ha mostrado su peor
cara, aquella que les obliga a pagarle una mariscada a Casillas.
y 11.- Kanouté y Campaña. El
pasado y el futuro de un Sevilla que parece haber olvidado sus proezas de hace un lustro. Kanouté, un recital para controlar el balón en
la punta de ataque, ordenar a su equipo desde su faro y marcar las pausas y
los tiempos. Campaña, jovencito sin miedo, resistente para cabalgar las
praderas y certero para dar el último pase.
- Sevilla-Real Madrid (Liga, 17ª jornada). 17-Diciembre-2011. Sánchez Pizjuán. 2-6 (Cristiano, Callejón, Cristiano, Di María, Navas, Cristiano, Altintop, Negredo)