1.- Palabras de Xavi Hernández
en Senda de Campeones: “Paso y me muevo o paso y me quedo; me ofrezco y te
ayudo; te miro y me paro y levanto la cabeza y miro y, sobre todo, abro el
campo. Quien tiene el balón es el dueño del juego. Esta es la escuela de Joan
Vilà y de Albert Benaiges, de Johan Cruyff y de Pep Guardiola. Esto es el Barça”.
2.- Palabras de
Pep Guardiola en el Bernabéu, respondiendo a Guillem Balagué: “I have the ball,
I pass the ball; I have the ball, I pass the ball. We have the ball, we pass
the ball”. El balón, el tuétano del Barça.
3.- En 1972, Laureano Ruiz
introdujo en las categorías inferiores del Barça un método de entrenamiento que
bautizó como “rondo”. En 1988, Johan Cruyff lo inoculó en todo el sistema
arterial del Barça. Desde entonces, el rondo es un método pero, sobre todo, un símbolo.
Dominar el balón y no perderlo nunca. Un idea de fútbol que hoy ha alcanzado
otro nuevo peldaño en su exaltación.
4.- Apoteosis de la idea a
partir de la propia alineación. Sin delanteros, con cinco centrocampistas más Messi.
Dos falsos extremos (Alves y Thiago) estirando la lona. Números impostores que
exige una mirada nueva para comprender un modo diferente de jugar. El lateral
vive como extremo (Alves); el goleador habita en el centro del campo (Messi);
el mejor defensor no es defensa (Xavi); el creativo se fija
en la banda (Thiago). Números mentirosos, otra visión del fútbol. La obra de
Pep.
5.- La defensa de 3 dejó de
ser noticia. Incluso Piqué, tallo largo, se ha acostumbrado a ese sistema
flexible, que planta sus reales en la línea del centro del campo. En la
transición ataque-defensa, Busquets se sitúa como segundo central por la
izquierda y Alves retrocede como un bólido para consolidar. Puyol, que empezó
de lateral, va camino de terminar su carrera (aunque eso parece ir para muy
largo) en la misma posición, gracias a la
evolución del concepto defensivo del equipo.
6.- El débil rigor táctico de
Alves como lateral se transforma en virtud ejemplar cuando se ubica de extremo. Convertido en
Alves multiusos, capaz de completar dos roles en un mismo minuto, fijando al
defensa contrario, yéndose de él para sembrar el caos en el área rival, y, al
mismo tiempo, recuperar balones en zona defensiva con la energía atómica que le
impulsa.
7.- Busquets imperial como
conductor silencioso: el Conducator. Maestro del eje vertical. Antes era el
controlador del eje horizontal, pero ha dado otro paso más, siendo capaz de
incrustarse como cuarto central cuando conviene y plantarse arriba como
plataforma y lanzadera. Si el Busquets vertical se ubica en zona de tres cuartos, ¿qué
puede esperar el rival?
8.- Que le aplasten, como así
ha ocurrido. La primera media hora de esta final ha sido la apoteosis del
rondo, sublimación de los roles metamorfoseados. Un enjambre de pequeñas
avispas se han apropiado del balón y picoteado al Santos brasileiro, sucedáneo
de sí mismo. Como quien sufre un shock post-traumático, Neymar lo ha definido con
una frase sencilla: “Hoy hemos aprendido a jugar a fútbol”.
9.- El Barça de Wembley, el
Barça de Roma, el Barça de las finales… Diez victorias en 11 finales disputadas. Impasible en su propuesta,
goleador sin delanteros, dictador del balón. Equipo histórico en toda la acepción,
fruto de una idea germinada en futbolistas geniales y sazonada por un cocinero minucioso
y detallista. Un Guardiola más cruyffista que Cruyff, estajanovista del balón,
apostador profesional en las virtudes de la idea. Sin este Guardiola enardecido
en su convicción de que el fútbol es de los centrocampistas y en su vocación
por atacar sin medida, sin este Guardiola no se comprendería el Barça de los
prodigios.
10.- Por supuesto, Messi y el
pánico que siembra a su paso. Messi, goles en todas las competiciones, iguala
el récord de Pedro, un récord que parece viejo y sólo tenía dos años de vida. Y
le supera porque ha dado pases de gol también en las seis competiciones. Con
Messi habrá un problema: cuando quiera editarse el DVD de sus mejores goles,
el disco duro no tendrá capacidad para incluir todas las maravillas. Dentro de
25 años, a los nuevos aficionados les costará abarcar la magnitud completa de lo que significa
este jugador.
y 11.- Fontàs, símbolo definitivo
para que once futbolistas de La Masia hayan vivido esta final aplastante, prisionera de Xavi
e Iniesta, apóstoles privilegiados de la idea, futbolistas en cuatro
dimensiones, fuera de normas, probablemente irrepetibles: “Paso y me muevo o
paso y me quedo; me ofrezco y te ayudo; te miro y me paro y levanto la cabeza y
miro y, sobre todo, abro el campo. Esto es el Barça”.
- Santos-Barça (Mundial de Clubes, Final). 18-Diciembre-2011. Yokohama. 0-4 (Messi, Xavi, Cesc, Messi)