La pregunta puede sonar muy vacía. ¿A qué sabe algo que no tiene sabor tangible? Pero también puede ser muy rica en matices: ¿acaso un gol no genera emociones intensas, placer o rabia, euforia o desespero, una lluvia de contrastes y pasiones? ¿No es todo ello un compendio de los sabores? Estas preguntas –y alguna más- se las ha hecho Jordi Roca, el menor de los tres hermanos que han colocado su restaurante, el Celler de Can Roca (Girona), en la cúspide de la gastronomía universal, tres estrellas Michelin, cuarto restaurante del ranking mundial.
Jordi Roca sabe plasmar en sus postres sabores y olores inauditos. Desde hace años son afamadas sus interpretaciones del puro habano Cohiba con mojito (“Viaje a la Habana”) o de perfumes exuberantes como el “Carolina” de Carolina Herrera, el "Eternity" de Calvin Klein o el “Extrême” de Bvlgari y tantos otros igualmente excepcionales que componen un rastro único de sabores, olores y sensaciones.
Y así ha sido que Jordi Roca ha decidido esta temporada explicar a qué sabe un gol de Messi. Tarea fácil o difícil, según se mire. Todos podemos imaginar a qué sabe uno de esos goles simplemente recordando las sensaciones que tuvimos cuando el futbolista argentino remató un balón a las redes. Pero, ¿cómo transformar dichas sensaciones en sabores?
Bien. El postre se sirve dentro de medio balón de cuero de color blanco relleno de hierba sintética y consiste en un zigzag que desemboca en una portería (redonda) protegida por una red de azúcar. ¿Cualquier gol? No, es el gol “maradoniano” que Messi logró ante el Getafe en el Camp Nou (partido de Copa), aquél en que escapó de dos, tres, cuatro, cinco o seis rivales para sentenciar uno de los tantos más bellos de la historia. De este modo, el comensal empieza su recorrido por unos pequeños dulces (que representan defensas) compuestos de merengue azucarado de color azulón (por el Getafe). Se recorre así el teórico césped del Camp Nou por encima de un zigzag plastificado donde está inscrito el acrónimo i+. ¿i+? Sí, en catalán significa “i més”, frase que repetida de modo muy seguido se pronuncia así: “imesimesimesimeimesi...” reproduciendo la fonética del nombre del futbolista argentino.
Es así porque exactamente esta fue la expresión que empleó el legendario Joaquim Mª Puyal durante la transmisión radiofónica de aquél célebre gol. Hasta tal punto se escenifica en Can Roca dicho tanto que el postre viene acompañado por dos altavoces redondos que reproducen la voz de Puyal (quien dio su autorización) cantando el gol en Catalunya Ràdio: “MessiMessiMessiMessi...!!!” grita el maestro mientras el resto de comensales contemplan divertidos y sorprendidos el evento.
El zigzag concluye en un balón relleno de dulce de leche que debe ser estrellado contra las mallas de azúcar que protegen el auténtico postre. Rotas las redes nos enfrentamos a una mousse apoteósica que el propio autor define así: “Es un fondo euforizante con fruta de la pasión, peta zetas efervescentes, aromas balsámicos, bergamota reconfortante...”. Una combinación dulce, ácida, eufórica, vigorizante. Un placer para los sentidos. Así sabe (o así se lo hemos contado) un gol de Messi interpretado por otro artista.