domingo, abril 02, 2006
Si ustedes han quedado contentos, les felicito...
Felicidades al Barça por su nuevo título de Liga, prácticamente conseguido. Y al Madrid por haber resistido con diez y encajado sólo un gol de penalti inexistente.
Hasta aquí los elogios. Ahora, los hechos según los he visto yo.
Planteamiento de Rijkaard: Ha podido alinear la defensa titular que ganó la Liga el año pasado, pero ha preferido cambiarlo todo: defensa y centro del campo. El lateral rápido que podía secar a Robinho se ha quedado en el banquillo; al centrocampista ‘diesel’ le ha puesto sobre Ronaldo, que le ha sacado dos metros en un plis plas y le ha provocado la típica ‘rotura fibrilar del velocista’; al media punta que sirve de revulsivo le ha colocado de mediocentro desde el inicio; al extremo veloz que desgasta de entrada al lateral rival le ha utilizado en la última media hora; y en la banda derecha ha dejado a los dos más estáticos (Oleguer y Larsson). ¿Ataque de divismo? ¿Ganas de provocar un cataclismo en el vestuario? ¿Exceso de humo en sangre? Ni una sola idea brillante para superar a un equipo con diez, salvo amontonar delanteros y mandar a Etoo a la banda.
Planteamiento de López Caro: Valiente de entrada, aunque jugarle de cara al Barça sea arriesgado. Tanto que en el primer cuarto de hora se mascaba la tragedia: el Barça apuntaba a una exhibición que se ha evaporado con el gol. Tras la expulsión de Roberto Carlos, este entrenador siempre provisional ha tardado diez minutos en comprender que necesitaba recomponer la defensa. Luego no parece haber comprendido que sus delanteros estaban jugando como defensas, ni que tenía mejores hombres de contención en el banquillo. Al nivel de Rijkaard en frivolidad. O lo suyo quizás sea peor.
Roberto Carlos: El mejor del Barça.
Actitud del Barça: Apenas expulsado Roberto Carlos, el Madrid ha sido un caos durante diez minutos, con Baptista de central. ¿Aprovecharlo para sentenciar el partido? No, mejor adornarse con filigranas. Nueva demostración de que este equipo reserva su puñetazo encima de la mesa para otra ocasión. ¿Pero de qué siglo?
Ratio de eficacia: Un gol en tres partidos. Y de penalti (penalti que no debió pitarse). ¿Equipo más goleador de Europa? ¿Una máquina de hacer goles? Si no me he descontado, cuatro ocasiones manifiestas de gol y no diez como ante el Benfica.
Isquiotibiales: Que se lo hagan mirar.
Ronaldinho: Una asistencia espléndida en el tercer minuto. Después, seis faltas contra la barrera, diez córners, pasecitos al pie de Larsson, erróneos todos los pases largos y fallidos todos los disparos. ¿Este es el Ronaldinho que sólo se motivaba en los grandes partidos? ¿El megasupermejor jugador del mundo? Esperaremos a otra ocasión para que aparezca.
Etoo: Previsible en la banda izquierda pues sólo tiene una opción: bordear el área y chutar de lejos. Cuando baja al centro del campo a organizar alcanza una dimensión extrasensorial... Y como Etoo, previsibles los adornos de Deco.
El partido para el Madrid: Nefasto. Los madridistas benevolentes se congraciarán con su equipo por el resultado, el coraje y el esfuerzo desarrollado, por la inmensa calidad de Casillas y Ronaldo, más el consuelo por el pésimo arbitraje que han sufrido. Pero dejarán de ver la cruda realidad: si quieren volver a ser grandes hay que refundar al Madrid de arriba abajo.
El partido para el Barça: Nefasto. Ni ha sido útil para la autoestima, ni para el reposo, ni para las lesiones, ni para la estrategia, ni para el acierto. La cruda realidad es que el ‘endiosamiento’ generalizado ha nublado los ojos del entrenador y de los ‘cracks’. Así se gana la Liga, pero dudo que la Champions. Dentro del vestuario deberían dedicar cinco minutos a pensar a qué está jugando cada uno de ellos, sobre todo ahora que la alineación del miércoles ya no admite discusión, con Gabri de primer suplente...
Vídeo: La versión de ESPN (gentileza de Ashitaka).
Fotos: Van Bommel (EFE); López Caro y Rijkaard (AP); expulsión de Roberto Carlos (AP); euforia tras el gol de Ronaldinho (AP).