El Mundial de Alemania marcará un antes y un después para el fútbol femenino. Apenas se trata de la sexta edición, pero el evento germano ha roto todas las barreras: la principal, la de la oscuridad. Los cinco Mundiales anteriores transcurrieron en sordina, ocultos salvo para los muy avezados o los estadounidenses. Disputado dos veces en China (1991 y 2007), otras dos consecutivas en Estados Unidos (1999 y 2003) y una en Suecia (1995), componen unos antecedentes de progresión constante, pero dentro de parámetros modestos. La edición actual ha roto todos los moldes: audiencia televisiva, espectadores en los estadios, nivel de juego, talento de las futbolistas, igualdad competitiva… Se mire por donde se mire, este Mundial ya es histórico.
Un apartado relevante es el de las audiencias de televisión. Hasta la fecha, los dos récords conocidos eran los siguientes:
- En Alemania: la final del Mundial 2003 (Alemania venció a Suecia) tuvo 10 millones de espectadores, con un share del 35% (cadena ARD, en abierto)
- En Estados Unidos: la final de 1999 (Estados Unidos-China), disputada en Pasadera, promedió 17,9 millones (cadena ABC, en abierto) y tuvo un pico de 40 millones en los penalties
Esta vez, en Alemania la plusmarca se batió ampliamente ya en el partido inaugural que enfrentó a la selección local con Canadá: más de 14 millones de espectadores (58% de share) vieron el triunfo germano. La audiencia duplicó la alcanzada el mismo día por el Gran Premio de Fórmula 1 disputado en Valencia y ganado por el alemán Sebastian Vettel. El mismo partido fue presenciado por 684.000 espectadores canadienses en un canal de cable, siendo el mejor registro de la historia en Canadá, superior al alcanzado por la mayoría de partidos de la selección masculina. Asimismo, dicho encuentro fue visto casi por un millón de espectadores en Estados Unidos vía la cadena ESPN.
El siguiente enfrentamiento alemán (contra Nigeria) incluso mejoró los datos en la cadena ARD: 16,4 millones de espectadores como promedio, récord absoluto para un partido de fútbol femenino fuera de Estados Unidos o China (de la que no se poseen datos) y un pico puntual de 19,1 millones (64% de share). Para situar la cifra en su auténtica dimensión recordemos que la final del Mundial masculino (España-Holanda) del año pasado fue vista por 18,9 millones de alemanes y que el Alemania-Serbia alcanzó un 48% de share, diez puntos menos que las mujeres. Ralf Sholt, director de programación de la cadena ARD, calificó las cifras de audiencia como "fantásticas” y "una locura". Incluso en partidos donde no jugaba la selección anfitriona, también se han dado datos excepcionales: el Francia-Canadá fue visto por 4,6 millones de alemanes, quinto programa más visto del día.
En Estados Unidos, las cifras son mucho más modestas que en Alemania a causa de la modalidad de transmisión, dado que no se emite en abierto. La cadena ESPN transmite por cable, lo que reduce su capacidad de penetración en el mercado televisivo. Los partidos son emitidos por ESPN o ESPN2 y en HD, así como por ESPN3 vía internet, habiendo cubierto íntegramente todos los encuentros del Mundial. El récord absoluto en esta modalidad por cable corresponde a las semifinales EEUU-Brasil de 1999, con una audiencia de 4.924.000 espectadores. Pero aquél Mundial se disputó en Estados Unidos, en tanto ahora tiene lugar en horario europeo. Pese a ello, el EEUU-Brasil del pasado domingo (cuartos de final), resuelto en dramáticos penalties, alcanzó casi los cuatro millones de espectadores (3,89) y, según me explica Fernando Palomo (@Palomo_Espn), comentarista senior de la cadena, el promedio de rating de los partidos en el actual Mundial supera cualquier evento anterior de fútbol femenino, pese al brillante palmarés de la selección de las barras y estrellas.
¡Y qué decir de Francia! Su mítica semifinal contra Estados Unidos reunió el miércoles a 3.264.000 espectadores (16,7 % de share) en la cadena TNT, récord absoluto en el país vecino, al que debería sumarse el todavía no conocido porcentaje de espectadores que lo presenciaron por Eurosport. Y ya que hablamos de Eurosport, felicitémonos por la excelente cobertura realizada por esta cadena en España, donde ha transmitido todos los encuentros (la mayoría de ellos, en directo), y obtenido unos resultados excepcionales: mejores audiencias que el Mundial Sub-17 masculino recién concluido e incluso superando los datos del Tour. El número de espectadores ha quintuplicado el promedio general de la cadena, lo que da idea del fervor con que se ha seguido el Mundial en nuestro país.