# Underwater Tea Party
Ausentes Ronaldinho, Kaká, Ronaldo y Adriano, apareció espléndido Robinho. Ausente Totti, regresó soberbio Cassano. Ausente Ronaldinho, surgieron deslumbrantes Eto’o y Messi. Cuando uno se siente importante en un equipo, su rendimiento se incrementa hasta cotas impensables. Pero ese mismo futbolista ve disminuida su prestación cuando se inserta en un grupo en el que no se siente importante. Esta paradoja no sucede con todos los jugadores. Los hay que son como el cemento: no destacan, pero son imprescindibles para la cohesión del edificio. Las estrellas, por el contrario, necesitan sentir esa sensación de importancia para rendir al máximo.
Robinho está desaparecido en el Madrid. En la temporada anterior deslumbró en su debut y dejó algunas pocas pinceladas más. Dio la impresión que sus cabalgadas en su primer partido fueron reprimidas por alguna orden superior, el pescozón de un veterano o la advertencia de algún prudente que le aconsejó no destacar tanto. Quizás no ocurrió nada de ello y todo fueran apenas fuegos artificiales. Pero la percepción que nos quedó es que algo ocurrió tras su brillante debut y que el chico decidió adoptar un perfil más bajo en el campo. Este año, su prestación parece aún más complicada a causa de Capello. Pero ha sido vestirse con la camiseta canarinha en ausencia de sus cuatro mayores y trascenderse. 
A Cassano le sucedió algo similar el sábado con Italia. Fue volver a la selección y regresar el alegre Cassano, bromista, jugón, feliz, y desplegar un fútbol brillante y asombroso que no sirvió para vencer a Lituania, pero sí para convencer a Donadoni de que Cassano es indiscutible con Italia ahora que Totti ha renunciado. En este caso, es posible que Cassano pueda exportar su talento al Madrid si Capello continúa confiando en él. Desde la llegada del técnico italiano, Cassano ha cambiado radicalmente su comportamiento: adelgazó espectacularmente, se cuida, se entrena y quiere triunfar. Ya lo ha logrado en la selección, donde se siente importante. Falta que perciba lo mismo en el Madrid. 
Con el marcador en contra frente al Celta y la paliza del Sevilla en el alma, los jugadores del Barça miraron a su alrededor y no encontraron la beatífica sonrisa de Ronaldinho. Simplemente, no estaba allí. Pero Samuel Eto’o y Leo Messi tomaron el relevo. En ausencia del hombre trascendental, Eto’o y Messi se sintieron importantes, relevantes, cruciales. Y se dispararon. 
Encontraremos muchos otros ejemplos de jugadores que se trascienden al sentirse importantes. Riquelme en el Villarreal, Henry en el Arsenal, Xabi Alonso en el Liverpool. También sucede al revés: Ronaldinho no se siente importante con Brasil, ni Ballack (de momento) en el Chelsea, ni Iniesta en la selección. Algunos rendimientos (excelentes o paupérrimos) sólo se pueden comprender desde esta observación, no en vano los factores psicológicos son decisivos en la alta competición como ha comprobado Grecia en el Mundial de baloncesto, donde la ausencia de Pau Gasol fue transformada por el equipo español en un arma positiva en vez de un trauma irreversible.P. D. 1: Un portavoz de la UEFA solicita al Gobierno británico que asuma "la responsabilidad de investigar" la procedencia del dinero extranjero que se está empleando en comprar clubes ingleses. El ministro de deportes británico, Richard Caborn, ha urgido a los compradores "a ser lo más abiertos y transparentes posibles". La FIFA anuncia nuevas normas para este asunto.
Fotos: Real Madrid.com - EFE - AP.