lunes, abril 30, 2007

Décimo título liguero para el viejo Trap


A cinco jornadas del final, el Salzburgo ha conquistado la Bundesliga austriaca con 19 puntos de ventaja sobre el Mattersburg. No sería noticia, aunque ha tardado diez años en reconquistar el título, si no fuese porque su entrenador es Giovanni Trapattoni, el viejo Trap (68 años), que logra con este su décimo campeonato liguero en cuatro naciones distintas: Italia, Alemania, Portugal y Austria. Antes ganó seis títulos con la Juve (en diez años, entre 1976 y 1986), uno con el Inter (1989), otro con el Bayern Munich (1997) y otro más con el Benfica (2005).

De hecho, Trapattoni no es el entrenador del Salzburgo, sino su director técnico, pero comparte banquillo con el titular, Lotthar Matthaus, y su carisma y personalidad pasan por delante de cualquiera. Su estilo no es, precisamente, un prodigio de plasticidad colectiva, pues siempre prefirió una defensa de hierro al juego de toque y posesión, pero más allá de eso su historial es prolífico: ha entrenado a nueve clubes más la selección italiana y ganado todos los títulos posibles de club (Copa de Europa, Recopa, Copa UEFA, Supercopa, Intercontinental, Mundial de clubes).

Personaje atípico, rescato una rueda de prensa histórica de cuando entrenaba al Bayern Munich en la que muestra todo su carácter volcánico, en un in crescendo fantástico...



Vía | Bar Deportes

¿Nos sorprende?


La decisión de los doctores del Barça de no efectuar declaraciones (decisión ya lejana en el tiempo) privará a la ciencia médica de un descubrimiento que pudiera resultar trascendental: ¿cómo se lesiona un futbolista durante el reparador sueño nocturno? Y no una lesión cualquiera, sino una lesión en el recto anterior, el músculo esencial para jugar al fútbol. Probablemente nunca lo sabremos, pero ayer Rafael Márquez despertó lesionado, según explica textualmente un comunicado oficial del Barça, y ante semejante acontecimiento novedoso sólo la medicina deportiva podría aportarnos luz, pero a lo que parece seguiremos en la oscuridad. Así que al Barça se le lesionan los mediocentros incluso durmiendo, por lo que Rijkaard se queda sin argumentos para tomar decisiones y modificar una alineación cuyas virtudes y defectos son sobradamente conocidos.

No podemos decir que nada de lo que está ocurriendo (salvo lo de Márquez) nos sorprenda. ¿Nos sorprende el bajo ratio de efectividad del equipo (1/9)? Creo que no, pues el Barça es junto al Arsenal el líder europeo en juego de toque y también en ocasiones desaprovechadas. Hay días excepcionales donde la ecuación se invierte, como en la Copa ante el Getafe, pero lo corriente es que el equipo fabrique una multitud de ocasiones (muchas más que los rivales) y aproveche sólo unas pocas.

¿Nos sorprende que Eto’o falle el uno contra uno? No, porque siempre ha sido así, incapaz de realizar una vaselina sobre el portero, lo que no le invalida como gran goleador, pero sí le define. ¿Nos sorprende que el Barça conceda siempre ocasiones de gol al rival? No, porque desde la temporada pasada no hay un mediocentro titular. De hecho, no hay ni mediocentro.

¿Nos sorprende que Ronaldinho esté rindiendo al nivel actual? Cualquier lector atento de este blog sabe que no. ¿Nos sorprende que Rijkaard siga sin ubicar a Gudjohnsen en su verdadera posición? No, porque el sacrificado se llamaría Deco. ¿Nos sorprende que Messi rinda mejor cuando juega un solo partido por semana? ¿O que Zambrotta sea más seguro en banda izquierda? ¿O que Iniesta esté desconcertado a base de probar casi todas las posiciones del campo?


El Barça tiene instaladas en su interior todas las dudas, incertidumbre nefasta para afrontar cualquier sprint final. ¿Significa que perderá la Liga? E
so no lo sabe nadie, por más pitonisos que auguren todo tipo de resultados. Pero la única certeza es que el Barça duda y, mientras se pregunta si son galgos o son podencos, el Madrid se agarra a sus certidumbres, que son pocas pero rotundas: las bananas de Beckham, los cabezazos de Ramos, las punteras de VNR y el pim pam pum demoledor. Cuatro goles de seis remates. A eso se le llama pegada. No significa jugar bien al fútbol. No hay madridista que argumente que con Capello jueguen bien. Pero nadie puede negar que golpeando al hígado son los más certeros. ¿Le bastará con eso para tumbar al Sevilla?

Como hemos comprobado con el desenlace maquiavélico de la Eredivisie y probablemente veremos en la Bundesliga (donde Schalke, Stuttgart y Werder tienen los mismos puntos exactamente que Barça, Sevilla y Madrid), la Liga será un melón abierto donde hacer pronósticos resulta aventurerismo puro. Pero sí podemos afirmar que el Madrid vive agarrado a sus puños y el Barça haciendo el funambulista sobre el precipicio.


Para quienes gustan de las estadísticas: Xavi ha recuperado 4 balones y perdido 7; Iniesta, 3 recuperados y 5 perdidos; Deco, 2 recuperados y 10 perdidos.


Otro que regresa


Anoche, Cicinho. Los damnificados por la epidemia de cruzados van regresando en cuentagotas. El lateral diestro del Madrid es el siguiente al que felizmente reencontramos en el campeonato. El próximo será Maxi Rodríguez.


Fotos: EFE - AP.

domingo, abril 29, 2007

Scholes & Carrick, la extraña pareja


Hace nueve meses era un equipo en fase negativa: el nuevo propietario (Malcolm Glazer) provocaba una cierta rebelión social; Rooney amenazaba físicamente a Cristiano Ronaldo; éste pedía públicamente su salida de Manchester; la gran referencia del equipo (Roy Keane) ya sólo era un recuerdo; el dinero para fichajes se había reducido al mínimo; Ferguson, tras veinte años al mando, parecía alicaído tras no disputar ni la Copa UEFA. Demasiados malos síntomas. Pero nueve meses después, el ManU aspira a la triple corona y produce semanalmente los minutos más brillantes del fútbol europeo.

Coincidiremos que existen varias causas que explican este renacimiento: el aprendizaje de Cristiano Ronaldo, al que Ferguson y Queiroz han centrado, limando sus fuegos artificiales y ganándole para la eficiencia; la recuperación de Rooney, mejor como segundo punta y esencial en los días trascendentes; la consolidación de Vidic, que a su vez ha serenado a Ferdinand; el resurgimiento de Ryan Giggs, otra vez estelar, y también el de Gary Neville hasta su lesión; e incluso la brillante contratación temporal de Larsson.

Pero quizás ningún otro factor ha influido tanto como la pareja Carrick-Scholes. De hecho, el gran problema de la temporada anterior fue precisamente la ausencia de un verdadero mediocentro tras el despido de Roy Keane. Por esa posición pasó casi medio equipo: Scholes, que al sufrir una lesión ocular se ausentó gran parte del año; Fletcher, O’Shea, Ferdinand, Alan Smith, Giggs, creo recordar que Richardson también e incluso Wayne Rooney. Fiasco completo. El ManU jugó gran parte de la temporada sin la red de un mediocentro: nadie protegía a su defensa en los ataques enemigos y nadie vertebraba los ataques propios.

De ahí que la gran noticia del mes de julio en Old Trafford fuese la completa recuperación de la retina lastimada de Scholes y la de agosto, el fichaje de Michael Carrick, valorado por el Tottenham en una fortuna (27 millones de euros) tras la negativa del Bayern a traspasar a Hargreaves. Carrick debutó con mal pie: se lesionó a los veinte minutos de su primer partido amistoso y tardó meses en adaptarse a la maquinaria roja. Su fichaje fue claramente cuestionado: esperaban al clon de Roy Keane y encontraron a un futbolista fino, preciso, siempre bien colocado, pero no defensivo, ni agresivo.

Porque Carrick no es un mediocentro defensivo ni un barrendero al uso. Es un mediocentro de posición, estereotipo del centrocampista clásico. Un jugador sobre el que pivota el equipo. Tiene una visión panorámica del campo, lee los partidos, pasa con precisión, se incorpora prudentemente al ataque, defiende sin estridencias. Cuando le presionan la salida del balón, sufre. Cuando le atacan en manada, sufre y hace sufrir a su defensa. No es un Makekele, ni un Essien o un Gattuso y tampoco es Xavi, Iniesta, Gerrard o Lampard. A quien más se parece es a Xabi Alonso, correcto hacia delante, correcto hacia atrás, pero sin perder nunca la posición. Siempre está donde su equipo le necesita. Callado y oscuro, pero siempre está.

Lo que extraña (de ahí el título del post) es la mezcla con Scholes. Lo habitual es combinar un barrendero y un distribuidor (Gattuso-Pirlo; Sissoko-Xabi; Diarra-Gago); o un barrendero cubriendo las espaldas de peloteros (Márquez con Xavi-Deco; Gilberto con Cesc-Hleb-Rosicky) o de locomotoras (Makelele con Essien-Lampard); o incluso dos barrenderos (Albelda-Marchena). Pero mezclar a un mediocentro de posición (Carrick) con otro distribuidor-creativo (Scholes) no es lo corriente. Supone una ecuación muy interesante para las fases ofensivas del juego, de ahí la espectacularidad del ManU cuando toca a rebato. Pero también un riesgo elevado en fase defensiva, pues la línea trasera queda bastante más expuesta de lo que parece a simple vista. Riesgo que sólo se puede compensar con el gran sacrificio personal que viene realizando esta extraña pareja, que ha aprendido a defender pese a no dominar la especialidad.

Agonía suprema


A cinco minutos del final, bastaba un gol de cualquiera (PSV, Ajax o AZ) para decantar la liga holandesa en su favor. Imposible encontrar más aderezos para el sprint determinante de un campeonato: goles (13 en los tres partidos), expulsiones, postes, errores de los porteros, tantos polémicos, penalties no señalados, calambres, calor, agonía, drama, desespero y gloria. Partía Van Gaal como favorito, pero al cuarto de hora Ten Cate ya era campeón virtual y lo ha sido hasta que Cocu ha conseguido, a trece minutos del final, el quinto gol del PSV, el que decantaba el goal average general. Los de Van Gaalhan remado contra corriente todo el partido y les ha faltado apenas el filo de una navaja para llevarse el gran botín, pero han acabado derrumbados.

Pocas veces el desenlace de la Eredivisie ha resultado tan emocionante y ha roto tantos pronósticos. Van Gaal prometió que sus jugadores resistirían la presión, pero no lo han hecho en un pequeño estadio de apenas tres mil espectadores (3-2 ante el Excelsior). Ten Cate aseguró que los suyos marcarían los goles que hiciera falta, pero se han quedado en sólo dos (0-2 ante el Willem II). Koeman no dijo nada, sumido en la depresión de haber regalado diez puntos en diez jornadas, pero al final (5-1 al Vitesse) ha sido quien ha reído de verdad (y salvado la cabeza). Drama en el vestuario del AZ, decepción en el del Ajax, euforia en el del PSV. Final agónico, maravilloso, apasionante.

Dos relámpagos y dos reapariciones


El Valencia-Recre transcurría entre la modorra general, partido embotellado y sin ningún aroma hasta que se han soltado dos relámpagos atronadores. Villa ha encendido el interruptor en ambos. Primero en un pase laudrupiano, después abriendo una autovía para la entrada de Silva, que ha fabricado otra maravilla. Dos relámpagos culminados por Joaquín con precisión quirúrgica. Y entre ambos, dos reapariciones de viejos conocidos, casi perdidos en el recuerdo de las recuperaciones ligamentosas: Martín Petrov en el Calderón y Jaime Gavilán en Mestalla, seis meses después de sus roturas de cruzados. Bienvenidos.

Fotos: Empics - EFE - Pics.

sábado, abril 28, 2007

Al Chelsea se le escapa la Premier


Viva la Premier y su inmensa capacidad de generar sorpresas, partidos que se quedan agarrados a la memoria, que te cortan la respiración, generadores de emociones (impresionantes los minutos de ovación al fallecido Alan Ball). Doble ración esta tarde, con el líder visitando al Everton y el todavía campeón recibiendo al Bolton. Pero ha sido una tarde de rayos y truenos virtuales que ha demolido las esperanzas del Chelsea de hacer triplete liguero consecutivo y también de conquistar cuatro títulos esta temporada (ya tiene la Carling en el bote). Tarde épica en la que Mourinho quiso reservar a sus estrellas y acabó necesitándolas todas para sacar un empate (2-2) y en la que Ferguson ha rozado la catástrofe durante media hora, pero su equipo ha dado un golpe mortal de autoridad (2-4).

Mientras Rafa Benítez ha reservado a siete titulares para la semifinal de Champions (Reina, Carragher, Agger, Riise, Mascherano, Gerrard y Kuyt), y ha caído con estrépito en Portsmouth (2-1), Mourinho ha perdido a Ricardo Carvalho para el resto de la temporada tras una dura entrada de Davies que ha dejado maltrecha la rodilla del gran defensa portugués. Baja trascendental para el Chelsea,que se ha visto obligado a meter a Lampard, Joe Cole y Drogba a los que había dejado en el banquillo. La culpa la ha tenido un Bolton rocoso, de poco fútbol, pero que llega cuatro veces al área enemiga y sale con dos goles de botín. No son nuevos los problemas del Chelsea en la Premier, donde ha sacado victorias en momentos imposibles.

El juego de los blues tiene eso: le rompe el espinazo a los equipos creativos, pero se encalla frente a los duros y pedregosos como él. La campana les ha salvado un montón de veces, pero hoy no ha sonado en Stamford Bridge, donde la euforia inicial por los dos goles de Kalou y el tropiezo momentáneo del ManU ha terminado en rostros amargos y decepción profunda. El Chelsea que mandaba sobre las olas del fútbol inglés, ganador fenomenal de los dos últimos campeonatos, está ahora a un pequeño paso de perder su primer pulso con el Manchester.



Incluso puede perder matemáticamente la liga el próximo sábado si cae en el Emirates ante el Arsenal y Ferguson gana el derby de Manchester. Cinco puntos le separan del líder más la desventaja del coeficiente de goles, claramente favorable a los red devils: 82 goles a favor por 26 en contra (+56) mientras el Chelsea ha logrado 62 y encajado 22 (+40). Pero el ManU ha podido perder hoy la liga en Liverpool frente a un Everton de pico y pala que a media hora del final ganaba 2-0 tras un golazo de Manuelelé (Manuel Fernandes). El equipo que mejor juego ha desplegado esta temporada en Europa (el más directo y ofensivo) parecía sonado, groggy, psíquicamente agotado, sin capacidad de reacción y con CR en el banquillo, reservado para Milán.

Pero el fútbol tiene razones que la razón ignora. En el minuto 61, un saque de esquina suave y templado ha ido directo a las manos de Iain Turner, guardameta local, que ha decidido soltarlo, dejarlo a pies de O’Shea y regalarle la vida al ManU. Un regalo como para hacerle socio honorífico del club. Y Ferguson, que a zorro no tiene igual, ha saltado del banquillo como un león, ha metido a CR en el campo y ha gritado “a por ellos”, pero él sí con fundamento. Porque ha salido CR, se ha juntado con Rooney, Giggs y compañía, han provocado otro regalo local (esta vez de Phil Neville) y en dieciocho minutos han escalado la pared, con otro golazo decisivo de Rooney, antes de que el jovencito Eagles cerrara la cuenta.

Remontada sensacional que puede valer una Premier, título que desde hace cuatro años no se celebra en Manchester, primer galardón de otro posible y fantástico triplete para Ferguson en una temporada que a priori se presumía complicada. Sólo hace nueve meses, el club era una fuente de conflictos potenciales: Rooney había jurado partirle las piernas a CR; la afición boicoteaba al nuevo propietario; Ferguson parecía perdido tras una temporada nefasta en la que despidió a Roy Keane, cayó en la fase de grupos de Champions y ni pudo jugar la UEFA. Menos de un año después está a pocos pasos de ser el número uno. ¿Qué cambió, aparte del fichaje de un mediocentro (Carrick)?

Fin de temporada para Ballack y Carvalho



En una breve y sorprendente nota, el Chelsea acaba de anunciar que Michael Ballack fue operado ayer de la lesión sufrida hace una semana ante Newcastle: un ligamento del tobillo. Fin de temporada para el medio alemán y también para Ricardo Carvalho, tocado hoy en la rodilla derecha. Dos bajas trascendentales para el Chelsea en su sprint final.


Fotos: AFP - Getty - Everton FC.com.

El Schalke deja la Bundesliga en manos del Werder Bremen


Visita complicada del Schalke al áspero campo del Bochum y derrota dramática (2-1) con la que muy posiblemente puede quedarse sin el ansiado título de Bundesliga a tres jornadas y media del final del campeonato tras ser líder desde que acabó enero. Aún lo es, pero mañana el Werder Bremen puede superarle si vence al Arminia en Bielefeld. El equipo de Klose ya fue líder del torneo alemán hasta finales de enero, cuando el Schalke tomó el relevo y se distanció tanto que parecía todo sentenciado.

El Schalke no tiene jugadores de relumbrón. Si acaso, un buen lateral brasileño (Rafinha), un volante de categoría (Altintop), un mediocentro muy rudo (Ernst), un buen interior zurdo (Kobiashvili), un mediapunta irregular pero lujoso (Lincoln) y un delantero centro torpón (Kuranyi), pero con 14 goles en 31 partidos. Y un guardameta prometedor (Neuer), joven (21 años), alto (1.92) y con una agilidad felina. El equipo ha perdido la solidez en el centro del campo que le aportaba Poulsen el año pasado, pero iba como un tiro hasta que se lesionó Lovenkrands hace ya diez jornadas (sólo ha disputado un encuentro en dos meses) y el Schalke se quedó sin banda izquierda y sin velocidad.

Ahora que el club de Gelsenkirchen acariciaba el primer título de Bundesliga de su historia (cuatro veces segundo), un mal partido le ha tumbado sobre la lona. Se adelantó a los ocho minutos con gol de Kuranyi, pero en dos contragolpes el Bochum le dejó KO. Corriendo desesperadamente contra sus propias urgencias, el Schalke ha disparado dos veces al poste, ha encerrado al Bochum (que con su triunfo salva virtualmente la categoría) hasta provocar dos penalties no señalados, se ha dejado la piel sobre el césped y finalmente no ha sido goleado porque Neuer es un fenómeno en el uno contra uno.

La liga queda en manos del Werder, aunque está por ver su capacidad de reacción tras el repaso espanyolista del jueves. Para el Schalke sería trascendental conquistar el título, pues sería el primer fruto logrado con su nuevo mecenas, la compañía rusa Gazprom, que en enero inauguró un patrocinio de cinco años por un importe variable entre 65 y 125 millones de euros (en función de resultados). Contra lo que puede creerse, el Schalke no tiene planes para gastar ese dinero en fichajes espectaculares, sino potenciando su cantera juvenil y contratando buenos jugadores alemanes con carta de libertad incorporada. Su apuesta es sobria, alejada de los focos mediáticos, sin grandes aspiraciones europeas, pero muy seria: en una ciudad de 260.000 habitantes, cada dos semanas se llena a rebosar el Arena AufSchalke, 61.524 espectadores: uno de cada cuatro habitantes va al estadio.

Fotos: Bundesliga.

viernes, abril 27, 2007

Multa brutal al West Ham


Ocho millones largos de euros de multa al West Ham por irregularidades comprobadas en los fichajes de Tévez y Mascherano. La mayor multa de la historia del fútbol, impuesta por la Premier League, ante la débil defensa del club londinense, incapaz de dar explicaciones precisas que justificaran la contratación de ambos jugadores argentinos, cedidos al West Ham por la empresa MSI tras romper sus contratos con el Corinthians brasileño.

Nadie aclaró nunca la oscura trama que había detrás de ambos fichajes, trama relacionada con la investigación judicial de un centenar de traspasos en el fútbol argentino, el lavado de dinero negro en el fútbol brasileño, la misteriosa composición accionarial de MSI (llegué lejos en mi investigación personal y abandoné), el préstamo no esclarecido de ambos futbolistas al West Ham, el intento de su representante, Kia Joorabchian, por adquirir el club londinense, finalmente vendido a un magnate islandés... Ningún directivo del West Ham desveló jamás si Tévez y Mascherano fueron contratados, cedidos o simplemente regalados. El club ni siquiera ha querido revelarlo ante un panel especial de la Premier, que ahora ha decidido imponer esta multa descomunal, aunque no le ha restado puntos en la clasificación, pero sí deja la duda de si Tévez podrá jugar las tres jornadas que quedan.



Sold out en San Siro.- No hay billetes para el Milan-Manchester United desde ayer. No sería noticia en Inglaterra, Alemania o España, pero lo es en Italia, donde los llenos son más bien escasos en los grandes estadios. 67.500 entradas vendidas para el partidazo del miércoles, 3,2 millones de euros de recaudación en taquilla. Y esperanza de recuperación para algunos lesionados: Gattuso mejora de su pie, Saha puede incluso tener minutos ya mañana en Premier y Vidic podría regresar al centro de la defensa e incluso Rio Ferdinand tiene posibilidades de estar en Milan. Por el contrario, Park ha sido operado de la rodilla y termina su temporada.

Fotos: Getty - La Gazzetta dello Sport.

Grande, gigante Espanyol



Recuerdo perfectamente el vapuleo al Milan de Sacchi (y al Inter) y el baño al Bayer, que por cierto había eliminado sucesivamente al Barça y al Werder Bremen. Pero también la pesadilla de Leverkusen, John Lauridsen en la grada, Clemente amarrando, un 3-0 malgastado entre nervios, errores y conservadurismo. Una derrota histórica, cruel y amarga. Han transcurrido diecinueve años y cientos de jugadores, pero el Espanyol vuelve a llamar a las puertas de la gloria con otro 3-0 a un equipo alemán teóricamente superior. Brillante noche colectiva en Montjuïc, espectaculares desde alfa hasta omega, maestros del saque de esquina milimétrico y del contragolpe eficiente.

El Werder Bremen puso contra las cuerdas al Barça y derrotó al Chelsea en Champions; goleó al Ajax y aún más al AZ, colíderes ambos de la liga holandesa; pelea con el Schalke por el título de Bundesliga y en toda la temporada no había sufrido un resultado como el de anoche (aunque sí un 4-1 ante el Stuttgart). El Werder es una potencia de primera magnitud, pero el Espanyol le ha descalabrado. Lo ha hecho desde la paciencia y el tanteo, sin precipitaciones, agazapándose cuando tocaba, estirándose en el momento adecuado. Valverde se ha hecho catedrático en este Espanyol de jugadores recios y serios. Un portero consagrado (Gorka), un central fantástico (Jarque), un mediocentro poderoso (Moisés, quien tiene un mediocentro tiene un tesoro), un constructor de autopistas sin pejae (De la Peña) y un delantero de referencia (Tamudo).

Pero no sólo esa columna vertebral, sino bastante más: el acierto del pichichi Pandiani (11 goles), el potencial de un Riera resucitado, la resistencia anaeróbica de Rufete, las pausas, el ritmo, el control de los tiempos, el aprendizaje tras la casi remontada del Benfica, la lectura de Valverde, cambios idóneos en instantes precisos. Este Espanyol que se ha jugado la temporada a la sola carta europea se está haciendo mayor a pasos agigantados. Ahora queda otra vez lo más duro, el Weserstadion hirviente, sin Moisés ni Pandiani sancionados y con el fantasma de 1988 en el cerebro, pero con una madurez tranquilizadora en el equipo.



En el otro bando, el Sevilla ha salido vivo del Reyno, donde David López se ha dado un festín y Soldado ha hecho lo que se espera de un buen delantero centro: pocas acciones y muy eficaces. Pero el cuadro de Juande es tan sólido que ha sido capaz de salvarse de la quema navarra aunque ha sufrido de lo lindo. Osasuna no posee la brillantez ni el talento del campeón, pero en un partido de pierna fuerte (eufemismo) se arruga menos que nadie. Ha tenido contra las cuerdas al Sevilla, que en pleno arreón local ha recibido la lesión del árbitro (pedrada en el gemelo) como agua de mayo y que ha podido sufrir una caída grave, pero también empatar en el suspiro final. ¿Buen resultado para Osasuna? ¿O para el Sevilla?


Fotos: RCD Espanyol.com - AP - EFE.

jueves, abril 26, 2007

Ningún campeón ha repetido desde 1986


Desde 1986, ningún campeón de la Copa de la UEFA ha conseguido repetir títulos dos años seguidos. El último en lograrlo fue el Madrid que acababa de incorporar a Hugo Sánchez. En los 21 años transcurridos ha habido 17 campeones diferentes, pues sólo Juve (dos veces) e Inter (tres triunfos) han alzado la copa más de una vez. El Sevilla está, pues, ante una oportunidad histórica, pero antes deberá superar a un equipo que ha crecido mucho desde su caída en la previa de Champions ante el Hamburgo.

Osasuna alcanzó esta UEFA cabizbajo y dubitativo, pero ha espabilado con las rondas. Empezó encasquillado (empate en casa contra el Hereenveen y derrota importante en Lens), pero poco a poco le tomó el pulso a la competición y acabó despachando a Burdeos, Rangers y Bayer Leverkusen, con lo que el Sevilla ya no puede confiarse. El campeón llega en plena forma al Reyno y con casi todos sus hombres, Kanouté delante, Cobeño detrás, Palop en el banquillo, persiguiendo su triple sueño.

Osasuna: Ricardo - Izquierdo, Cuéllar, Cruchaga, Corrales - Raúl García, Puñal, Juanfran, David López - Soldado, Milosevic

Sevilla: Cobeño - Alves, Javi Navarro, Escudé, Dragutinovic - Poulsen, Martí, Navas, Adriano - Luis Fabiano, Kanouté



En Montjuïc, Klose contra Gorka, el héroe de Lisboa, aunque es más que probable que el Espanyol-Werder Bremen sea mucho más complejo que ese simple enfrentamiento entre goleador y guardameta. Gente importante en el centro del campo: Frings, Baumann, De la Peña, Diego, Riera, mucho fútbol.

Espanyol: Gorka – Lacruz, Torrejón, Jarque, David García – Moisés, De la Peña, Rufete, Riera – Pandiani, Tamudo


Werder Bremen: Wiese – Fritz, Naldo, Pasanen, Owomoyela – Baumann, Frings. Jensen, Diego – Klose, Hunt


Fotos: EFE - Bundesliga.

Drogba y Carvalho se bastan para dominar la batalla de los cielos


Decepcionante Benítez, impotente para corregir el desaguisado de su defensa en Stamford, de donde sale vivo el Liverpool gracias a dos desvíos prodigiosos de Reina a bocajarro. Al Chelsea le ha bastado con la imperial lectura de Ricardo Carvalho y la fortaleza sobrehumana de Drogba para martirizar al verdugo de Barça y PSV, pero no ha conseguido un resultado contundente para acudir sin temores a Anfield. El Liverpool aún está vivo a pesar de su defensa y de la pésima gestión de su entrenador.

En muchas otras ocasiones, Benítez ha leído con maestría un partido torcido y le ha girado el rumbo. Anoche no. Fue una noche negra para Arbeloa, para Agger y para Mascherano, torpes, blandos y desnortados hasta niveles desconocidos en una semifinal de Champions. Pero Benítez no movió ficha (la de Crouch por Bellamy era inevitable) hasta el último suspiro. Y cuando lo hizo también erró retirando a Xabi Alonso y retrasando a Gerrard, dos decisiones fallidas. Con Gerrard condenado en banda derecha, el Liverpool se ciega. Pero con el capitán convertido en pareja de Mascherano, el equipo se ahoga. Así que del Liverpool sólo se pueden anotar defectos: desconectado al principio, negado en defensa, desquiciado en el centro del campo, apenas agarrado al cabezón de Crouch para sembrar algo de peligro en ataque. Dios salve a Reina deberían gritar hoy en Liverpool, homenajeando a quien les ha dado ocho días más de esperanza.

Mourinho ha optado por la simplicidad. Ha decidido resumir la fase ofensiva de su equipo en dos hombres: Carvalho para otear el horizonte, leer el cartograma y centrar a la cabeza de Drogba, pívot excelso que ha dominado la batalla de los cielos, ganando absolutamente todos los balones. El delantero marfileño ha protagonizado una exhibición de fuerza, energía y resistencia, en su línea de toda la temporada, y se ha bastado para vapulear a toda la defensa roja, pues Shevchenko también ha mantenido su línea ausente de este año. Sacrificado como nadie, Drogba ha regalado tres asistencias mágicas: Joe Cole ha transformado una en gol y Reina le ha evitado dos a Lampard.

En fase defensiva, el Chelsea simplemente ha pasado la escoba por el centro del campo. La ha pasado limpiamente (9 faltas contra 19) y esa sola acción de sus cuatro medios bastó para empantanar a los de Benítez. Y cuando tras el descanso entró Crouch para imitar a Drogba, Carvalho demostró lo que es un defensa inteligente: si no puedes detener por alto al pívot, dedícate a cortar sus pases. Así ha desconectado el defensa portugués las asistencias del larguirucho delantero inglés y sólo ha cedido una ocasión para Gerrard, desviada por ese gigante de las redes llamado Cech.

Pocas alegrías sobre el césped londinense. Partido feo como hacían presagiar los augurios. El fútbol metalúrgico es así. No gusta, pero está donde no llegan otros. He releído a Sacchi hablando del favorito de esta Champions: "Si nadie juega bien, ganará el Chelsea porque tiene un equipo con muy buenos fundamentos".

Fotos: EFE - AP - Empics.

miércoles, abril 25, 2007

Altos hornos a máxima potencia


El fútbol metalúrgico alcanza hoy su momento cumbre en Stamford Bridge, con el decimocuarto Chelsea-Liverpool en tres años. El único entrenador (Benítez) capaz de desquiciar a Mourinho planea otra noche de hierro y presión con el recuerdo próximo de que hace apenas tres meses el Liverpool ganó en Anfield por 2-0 en partido liguero, aunque desde ese día el Chelsea ha encadenado 22 partidos consecutivos sin perder. Los blues han disputado esta temporada 57 partidos y sólo han perdido cinco. El Liverpool ha jugado 52 encuentros de momento y ha cedido en doce de ellos, pero está imbatido desde que el 6 de marzo le ganara el Barça en Anfield. Para dato estadístico importante reseñaré el número de derrotas del Chelsea en Stamford: una en los últimos 93 partidos disputados (ante el Barça en febrero de 2006).

Sin Ballack ni Robben por lesión ni Essien por sanción, Mourinho echa mano de Obi Mikel y Joe Cole en el centro del campo para acompañar a Makelele y Lampard. Benítez coloca otra vez a Mascherano acompañando a Xabi en el doble pivote, con Bellamy, Gerrard y Zenden en línea de tres por detrás de Kuyt y vuelve a contar con su talismán Arbeloa en el lateral diestro. Esperamos mucha metalurgia, pero también una intensidad inmensa.

Chelsea (4-3-3): Cech - Ferreira, Carvalho, Terry, Ashley Cole - Makelele, Lampard, Obi Mikel, Joe Cole - Drogba, Shevchenko

Liverpool (4-2-3-1): Reina - Arbeloa, Carragher, Agger, Riise - Mascherano, Xabi Alonso - Bellamy, Gerrard, Zenden - Kuyt

Fotos: Chelsea FC.com - Getty.

Energía nuclear



Si algún jugador no sabe lo que significa actitud, coraje, generosidad, ambición y hambre de triunfo, que mire hacia Old Trafford y aprenda. Si lo que quiere aprender son los fundamentos del oficio de futbolista, controlar el ritmo de un partido, enfriarlo cuando el rival lo calienta o calentarlo cuando corresponde, entonces que mire hacia el Milan y tome nota. Partido grande este ManU-Milan, majestuoso de verdad, semifinal de aúpa, con dos equipos radicalmente distintos, como el día y la noche, dos caras opuestas del fútbol, dos maneras de entender este deporte, de buscar el mismo objetivo por caminos diferentes.

El Manchester es energía nuclear, fútbol total, directo y eléctrico, sin camuflajes, medias tintas, dobleces ni pausas, generosidad sin límites, fútbol de arreones y fe indesmayable hasta agotar el último aliento. Su partido ha sido el previsto, con pegada inicial en el primer saque de esquina (y colaboración de Jankulovski y Dida), bloqueo posterior en cuanto el Milan se ha puesto a congelar los tiempos, desplome de su frágil defensa suplente, minutos de KO técnico bajo la lluvia de Manchester y carga de la brigada ligera tras el descanso, con todo y sin red, riesgo máximo de que en otra contra Kaká les mandara al infierno.

Porque enfrente jugaba el oficio. El oficio más viejo de este siglo es el del futbolista milanista. Oficio de tinieblas, de tomar el pulso al rival, calmar, templar, congelar, pero también punzante e irresistible en el metro final. Posiblemente el único equipo del mundo capaz de encajar un gol a los cinco minutos en Old Trafford y no inmutarse. Equipo frío y casi de hielo cuando las llamas le cercan, el Milan se ha agarrado al hilo defensor de Nesta y Gattuso y al hilo conductor de Pirlo y Seedorf, dos fenómenos triangulando y marcando pausas, y durante largo rato ha conseguido dejar sin sangre a los diablos rojos. Dos destellos fantásticos de Kaká, el primero a pase feliz de Seedorf, el segundo tras asistencia directa de Dida, con Heinze, Evra y compañía por los suelos, han puesto patas arriba al ManU, equipo genial pero al que siempre le atormentan los demonios de la fragilidad.

Y así se escribía la historia cuando Gattuso se ha lesionado. Porque Brocchi parece su clon, pero no es Gattuso, con lo que el Milan se ha quedado sin su salvavidas justo cuando el ManU entraba en la media hora final dispuesto a morir matando. Y ha matado aunque también ha podido morir a pies del gran Kaká. Sin Gattuso, el entramado mediocampista de Ancelotti se ha resquebrajado y Scholes lo ha aprovechado para crecer, faenar y repartir dádivas a sus delanteros. Primero, a la hora de partido, inventando un pase de cuchara descomunal que ha regalado a Rooney el empate. Y después, con una multitud de acciones variadas que han desquiciado a los milanistas, entre ellos a Ancelotti, autor de un cambio amarrategui (Gourcuff por Gilardino, equipo sin delanteros), de esos que pretenden reforzar el centro del campo y lo que logran es acular al equipo.

Fe contra experiencia. Y no hay experiencia que no cometa errores. Es universalmente conocido que ningún inglés se rinde hasta que sale de la ducha, pero Brocchi se ha dormido a los 91 minutos, ahí donde Gattuso habría andado bien despierto, y Rooney no ha perdonado la remontada con la ayuda de un Dida de dos caras, espléndido toda la noche, torpe en el primer y tercer gol. El infierno tiene esas cosas. El ManU ha vivido en él largo rato, pero ha salido vivo. El Milan ha logrado congelar las calderas, pero ha terminado chamuscado y amargo, dejando escapar una victoria legendaria. Visto lo visto, este maravilloso enfrentamiento apenas ha empezado. Todavía queda lo mejor por vivir.


Fotos: Lapresse - Ansa - AP - La Gazzetta dello Sport - Reuters.